Rueda avanzará cambios en su Gobierno en la sesión de investidura

Pasadas las diez y media de la mañana, Alfonso Rueda salió del despacho del presidente del Parlamento, Miguel Santalices, como candidato a la investidura. «Constatei que ten o apoio de 40 deputados», aseguró este tras recibir ayer a los portavoces de los grupos en la ronda de consultas que establece el reglamento. La comunicación se produjo este miércoles, y no ayer como venía siendo habitual, porque el titular de la Xunta en funciones se encontraba en la junta directiva del PP en Madrid.  

Rueda agradeció la confianza de su grupo y reivindicó, frente a las críticas de la oposición, que la sesión de la próxima semana se celebrará «dentro dos plazos previstos». «Acepto esta proposta con moita responsabilidade e tamén con moita ilusión», reconoció el jefe del Gobierno gallego, visiblemente contento tras la entrevista con Santalices. Según señaló, el encargo para presidir la Xunta es lo «máximo ao que se pode aspirar na vida política e persoal». El mismo entusiasmo mostró ante la responsabilidad que el cargo requiere para «facelo ben». Una «ilusión» mayor aún que hace dos años, admitió, cuando se reunió también con el presidente del Parlamento para comunicarle su nombramiento como candidato a suceder a Alberto Núñez Feijoo. 

Entonces se hizo cargo de un gobierno y un grupo parlamentario en el que no realizó ningún cambio, tanto de conselleiros como de estructuras, hasta que el adelanto electoral de las generales le obligó a ello, buscando reemplazo para su vicepresidente económico y la titular de Mar, así como para el portavoz de los populares en la Cámara. Esta vez será diferente. En medio de las quinielas por saber cómo será el nuevo Consello de la Xunta, Rueda respondió esta mañana que avanzará los primeros cambios en la sesión de investidura que comienza el martes 9. «No discurso de investidura intentarei adiantar un pouco como o quero facer. Pido un pouco de paciencia e ata un pouco de respecto ao Parlamento», subrayó.

Preguntado por cuáles serán esos movimientos, el candidato a la investidura pidió paciencia, e incluso reconoció que está todavía perfilándolos. «Estes días, ademáis de descansar, funlle dando voltas e téñoo máis avanzado», añadió. Tras el debate de investidura, que finalizará el jueves 11 con las votaciones, tomará posesión el sábado 13 e, inmediatamente, nombrará a su Gobierno. Sobre esa toma de posesión, que sus predecesores han llevado tradicionalmente a la praza do Obradoiro, a excepción de Feijoo en el 2020, en el contexto de pandemia, y de él mismo hace dos años, nada se sabe aún. Tampoco sobre los invitados que le acompañarán, más allá de la asistencia del presidente de su partido y exdirigente de la Xunta, a quien reconoció que no se lo preguntó en la junta directiva del PP ayer en Madrid porque lo dio «por suposto», bromeó.

BNG y PSdeG le instan a «facer políticas» y avisan de los efectos de estar en funciones

Alfonso Rueda aseguró que gobernará con el convencimiento de cumplir con lo prometido en «todo o programa electoral». Y precisamente ahí es adonde apuntó la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, al ser preguntada por los posibles cambios que introduzca el presidente gallego en su nuevo gobierno. «Os cambos máis relevantes son os que afectan á cidadanía galega», apremió la líder nacionalista, priorizando el desarrollo de políticas sobre las quinielas de nombres a introducir en el Consello. Enumeró así la «defensa da sanidade pública, poñer en marcha un novo modelo de coidados, o acceso a vivenda e cambios en materia enerxética», como el que proponía este miércoles su partido al registrar una proposición de ley para crear una empresa pública de energía.

Igual de contundente fue la diputada socialista Patricia Iglesias, que exigió a Rueda «empezar a facer políticas» y a «executar os Orzamentos do 2024». La parlamentaria del PSdeG advirtió sobre la «inacción» en el Gobierno que está provocando el «retraso na investidura», lo que consideró una «decisión persoal do presidente Rueda», al indicar que este podría haber acortado los plazos para dejar de gobernar en funciones. Esa condición, añadió, impide al Gobierno comprometer gastos. Iglesias avisó sobre una «inexecución orzamentaria moi importante», a pesar de que los presupuestos autonómicos entrasen en vigor el pasado 1 de enero, días antes de la convocatoria electoral.