La Voz de Galicia

Ventas fraudulentas a domicilio en Tui: 1.700 euros por un colchón que vale 300

Galicia

J. R. Vigo / La Voz
Un agente de la Guardia Civil, en una imagen de archivo.

Los estafadores piden créditos bancarias a las víctimas usurpando sus datos

07 Jul 2024. Actualizado a las 21:58 h.

Las ventas fraudulentas a personas mayores en sus propios domicilios por expertos en enredar con números y buenas palabras a las víctimas siguen trascendiendo en Tui y otros ayuntamientos del sur gallego. En Gondomar, a un estafado le vendieron por 1.700 euros un colchón de 300. En la Guardia Civil de la zona constan cinco denuncias, aunque reconocen que pueden ser más. Pero las posibles víctimas, al no estar familiarizados con la banca electrónica ni consultar con frecuencia los extractos de sus cuentas bancarias, no son conscientes del fraude y por eso no denunciaron.

El patrón de la estafa es siempre el mismo. Dos familiares de sendas víctimas lo detallan. Buscan a personas mayores con edades lo más cercanas a los 80 años, con ciertas dificultades cognitivas y que viven solas, preferentemente en zonas rurales. Se presentan en las puertas de las casas como supuestos comerciales de empresas, ofreciendo productos de bienestar, salud y hogar. También prometiendo que mejorarán su calidad de vida. Primero se interesan por la situación de las víctimas: con quiénes viven, qué familiares tienen cerca, su estado de salud o ingresos.

Algunas de las denuncias cursadas exponen que las supuestas ventas casi siempre se realizan a nombre de empresas, pero «ninguna de estas sociedades ofrece explicaciones ni documentación cuando se solicita».

«Aprovechan estas conversaciones para ganarse la confianza de sus víctimas y obtener información. A medida que consiguen captar la atención de las personas mayores, empiezan a dar pena y a mostrarse como víctimas. Dicen que ellos también lo están pasando mal, que casi no ganan dinero, que tienen hijos, que venden poco, que van a perder el trabajo», explica el sobrino de una víctima a la que abrieron seis préstamos personales sin su consentimiento, que añade: «Con esto buscan que sus víctimas empaticen con ellos y así conseguir meterse dentro de la propiedad. Una vez dentro, la venta es de manera más agresiva, presionando y agobiando a las víctimas hasta conseguir su propósito. Las víctimas manifiestan que, tras entrar en sus casas de manera amistosa, la conversación se volvió un asedio y, tras varias horas en el interior de la propiedad, se vieron con la única salida de comprar algún artículo para que los dejaran tranquilos y abandonaran la vivienda».

De 30 a 80 euros

Una clave de la estafa implica hacer creer a las víctimas que los artículos que compran son de poca cuantía, con importes entre los 30 y los 80 euros. La realidad es que adquieren créditos personales con altos intereses y unas condiciones financieras muy duras. En muchos casos, las personas mayores se dan cuenta del engaño cuando ya llevan varios meses pagando. «Lo peor de todo es que estos comerciales, con la supuesta excusa de facilitar las ventas y que sean cómodas, piden las cartillas bancarias de sus víctimas para pasarles el cargo a la vez que se hacen con los datos bancarios de las personas. Una vez que tienen los datos personales y bancarios, empieza el verdadero calvario», añade otro familiar de otra víctima.

Los comerciales, posteriormente, siguen visitando con la excusa de ver cómo se encuentran los estafados y hacerles un regalo. Cada uno de estos regalos son en realidad artículos que conllevan la aceptación de un nuevo crédito personal. A las víctimas les llevan toda la documentación perfectamente cubierta con los mismos datos de la primera vez, y solo les indican que firmen el recibí del regalo sin coste, pero sin saber que eso implica contratar otro crédito personal. A través de este método, añaden familias de las víctimas, consiguen endosar hasta seis créditos a personas con pensiones bajas y con pocos ahorros, condenándolas a la ruina por no poder afrontar los pagos.

En algunos casos ni tan siquiera reciben los artículos objeto de los créditos o cuando los reciben se encuentran en mal estado. Otras veces les endosan dos veces el mismo artículo a lo largo de las distintas operaciones. Los familiares de las víctimas constataron que todos estos artículos se pueden adquirir en tiendas por valores que suelen rondar apenas un 10 o 20 % del importe. Familiares de las víctimas, tras presentar denuncias por estafa y conocer que hay más casos en las comarcas de O Val Miñor y O Baixo Miño, han puesto la situación en manos de abogados y aseguran que se están agrupando para crear una plataforma de afectados.


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