Los municipios gallegos son los terceros de España con mayor transparencia en sus cuentas

Hace un cuarto de siglo, apenas el 17 % de los ayuntamientos gallegos cumplían con lo establecido legalmente para informar sobre la realidad de sus finanzas ante la institución encargada de fiscalizarlas, que es el Consello de Contas. Según los datos actualizados por la institución ayer mismo, el porcentaje ha crecido ahora hasta el 73 %, una proporción que engloba al conjunto de las entidades locales, donde se incluyen las diputaciones provinciales. De hecho, los municipios de la comunidad gallega son los terceros de España que presentan un mayor nivel de transparencia, solo superados por los de Aragón (78,93 %) y Comunidad Valenciana (79,48 %). Con todo, hay que tener en cuenta que en las comunidades de Castilla y León, Andalucía y Madrid, debido a su propia normativa, el plazo se extiende hasta el 31 de octubre.

Este nivel tan alto de rendición de cuentas permite hacer una radiografía más exhaustiva de las necesidades reales de los ayuntamientos a nivel financiero, es decir, conocer cuál es su nivel de sostenibilidad a corto y medio plazo. Una cuestión relevante en un contexto como el actual, en el que los municipios están asumiendo cada vez más nuevas competencias (de índole social, como el servicio de ayuda en el hogar) no siempre acompañadas de la correspondiente dotación financiera. Según los datos facilitados por Contas, el nivel de rendición de los concellos mejora casi un 10 % con respecto al ejercicio anterior (2023 en relación con el 2022).

La nota más preocupante de la realidad local en el ámbito gallego siguen siendo las mancomunidades, que muestran un déficit crónico en la gestión colaborativa, tan necesaria dado el tamaño de muchos ayuntamientos y sus necesidades económicas. La fusión de ayuntamientos, una alternativa que sigue encima de la mesa para garantizar la viabilidad municipal en un mapa local envejecido y minifundista, apenas ha dado frutos en Galicia. Desde que la Xunta impulsó esta vía hace más de una década, solo se han producido dos, Oza-Cesuras y Cerdedo-Cotobade. La comunidad sigue contando con 313 concellos, y una treintena de ellos de menos de mil habitantes. Financiarlos es casi un lujo. Casi una de cada cuatro mancomunidades (nueve de las 34) están inoperativas. Contas ha pedido que se modifique la normativa para que la Xunta pueda iniciar los expedientes de disolución.

En marzo, esta institución publicará el informe global sobre la situación de la planta local, donde se analizan las necesidades de financiación y a qué destinan los recursos las entidades locales. Los datos disponibles muestran que los ayuntamientos mejor financiados (recursos por habitante) son los pequeños y los grandes, y los que encuentran más problemas son los que se sitúan en la horquilla que va de los 10.000 a los 20.000 habitantes.