Termina la vista de apelación en Londres para lograr los 855 millones del seguro del Prestige
Galicia
«Se trata de un caso muy difícil y políticamente sensible», admite el presidente de la sala que debe decidir sobre la ejecución de la sentencia española
06 Nov 2024. Actualizado a las 22:22 h.
Las vistas y las audiencias judiciales por el caso Prestige terminaron ayer a media tarde en la división civil de la Corte de Apelaciones de Londres, tras cinco maratonianas sesiones que comenzaron el pasado 29 de octubre. Allí los abogados del bufete Squire Patton Boggs, que representan en el pleito al Reino de España, defendieron que la sentencia española dictada por el Tribunal Supremo en el 2018 está por encima de las decisiones judiciales tomadas en la justicia británica para blindar los 855 millones de la póliza del seguro en el ámbito del arbitraje. España y Francia recurren así una sentencia en la que el juez Christophe Butcher concluyó que el fallo del Supremo español es «irreconciliable» con las decisiones judiciales y los laudos arbitrales establecidos en la jurisdicción británica.
Este mismo juez decidió también que el dictamen sobre este contencioso emitido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) no era vinculante a la hora de desestimar la ejecución de la sentencia española en el Reino Unido, a pesar de que el tribunal comunitario cree que este país sigue atado al reglamento 44/2001 de cooperación judicial, al registrarse la demanda de ejecución antes de que el Reino Unido abandonara la UE con el brexit, concretamente el el 1 de marzo del 2019.
«Políticamente sensible»
La sala 71 de la Corte de Apelaciones estuvo presidida por Geoffrey Vos, conocido tradicionalmente como master of the rolls y que es el presidente de la división civil de este tribunal. Geoffrey Vos estuvo muy activo durante las vistas, consultando múltiples cuestiones a los abogados de España y Francia, y también a los que representan al London P&I Club, la aseguradora del Prestige. «Han sido unas jornadas muy intensas, se trata de un caso muy difícil», señaló al final de la última sesión, al tiempo que aseguró que se trata de un asunto «políticamente sensible». Acompañado en todo momento por las juezas Geraldine Andrews y Sarah Falk, aseguró que la decisión sobre el recurso «llevará tiempo» dada la complejidad intrínseca del contencioso.