Comesaña y Mosquera reivindican la fórmula elegida para construir el Cunqueiro

«Señor comparecente, nos pode dicir vostede que quere que lle preguntemos?», ironizó el nacionalista Óscar Insua dirigiéndose a Francisco Menéndez Iglesias, presidente de la Sociedade Pública de Investimentos y primer citado en la comisión de investigación del Parlamento sobre la contratación pública de la Xunta. El diputado del Bloque evidenció así el malestar de su grupo, y también del socialista, por sentarse en la comisión apenas hora y media después de que empezase a llegar la documentación que sustenta las comparecencias. «Alguén é capaz nese tempo de ler unha milésima parte da documentación?», cuestionó Elena Espinosa, diputada del PSdeG.

El tono bronco entre partidos que marcó las semanas previas a la ronda de comparecencias volvió a evidenciarse este viernes. Las intervenciones de los diputados de PSdeG y BNG giraron en torno a las críticas por el funcionamiento del organismo, y el PP se dedicó a devolver los golpes. «Levan torpedeando a comisión dende o primeiro día, están arrepentidos de constituíla», les resumió el popular Roberto Rodríguez.

Menéndez, desde el sillón de compareciente, perdió cualquier protagonismo a pesar de ser el primero de los 39 citados en la comisión. Aprovechó su turno para defender el modelo empleado para la construcción del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, objeto de investigación en el plan de trabajo. Analizó que otras alternativas para el proyecto podrían haber desembocado en costes aún mayores, con la crisis económica de por medio. «A día de hoxe, o hospital está funcionando», valoró.

A esa misma línea se aferró Julio García Comesaña, el primer exconselleiro de Sanidade en intervenir. Lo hizo tras levantarse de su asiento de diputado popular —porque es miembro de la comisión— y tomar el de ponente, ilustrando con diapositivas sus argumentos para defender la gestión de su partido al frente de la Xunta en la construcción del hospital.

«Estaríamos aínda esperando polas obras», señaló Comesaña, de haberse optado por otros modelos, en vez de la colaboración público-privada que se empleó. Acusó al bipartito PSOE-BNG de «non ter nada feito» a pesar de aprobarse el proyecto funcional en el 2005, y que fue la «aposta decidida» de los populares la que permitió finalizar el complejo «nun tempo récord para unha construción hospitalaria en Europa». También valoró que las listas de espera se redujesen en el área hasta los 61 días, con un ahorro de 80 millones de euros en los últimos seis años al reducirse las estancias medias en los hospitales.

Legalidad de los contratos

Tanto la socialista Patricia Iglesias como el nacionalista Luis Bará afearon que Comesaña eludiese abordar el estado de los contratos menores de la Xunta en pandemia, así como la negativa a incluir los expedientes de los mismos en la documentación de la comisión. Iglesias citó la adjudicación por 15 millones de euros de Universal Support, dirigida por un cuñado del expresidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, para encargarse del rastreo de casos de covid a pesar de tratarse de un call center «sen formación en saúde pública». Bará rechazó también que se negase documentación sobre Eulen, de la que es directiva la hermana de Feijoo en el Noroeste, Micaela Núñez; o sobre Mape Asesores, que vendió a la Xunta mascarillas por las que Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recibió dos millones de euros en comisiones, denunció el nacionalista.

«A Xunta fixo os contratos de emerxencia durante a pandemia, como íamos mercar material nesa época?», preguntó Comesaña, que afirmó que todos los contratos están documentados y cumplen con la legalidad.

La rigidez en el formato de la comisión, similar a cualquier otra en la que cada diputado y los comparecientes tienen un tiempo fijo de intervención (en vez del método de pregunta-respuesta del Congreso), se saltó en alguna ocasión. Bará, por ejemplo, interrumpió al exconselleiro para reclamarle el detalle de los expedientes. «Están todos aí», zanjó Comesaña mientras diputados del Bloque negaban con la cabeza.

Ya por la tarde fue turno de la responsable de Sanidade entre 2012 y 2015, Rocío Mosquera, también del PP. Expuso las diferentes propuestas que la Xunta tuvo sobre la mesa para ejecutar el proyecto del hospital vigués, argumentando los motivos por los que se fue rechazando cada una hasta dar con la solución finalmente adoptada. «O modelo concesional era o que mellor se adaptaba a situación económica e a premura» para su construcción, explicó la exconselleira. Y «menos mal», añadió, porque después el Gobierno gallego se encontró con que era «a única alternativa viable para que non computara en débeda», como exigía el Estado.

Antes de Mosquera compareció el jefe de personal subalterno del Álvaro Cunqueiro, quien compartió su experiencia profesional como celador desde 1991 para valorar trabajar ahora en un hospital «coa última tecnoloxía». Y aprovechó su visita al Parlamento para pedir una FP para celadores.

Sin Besteiro ni Pontón

Las nulas esperanzas de la oposición con la comisión de investigación se evidenciaron con la ausencia del secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, a lo largo de toda la jornada. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, sí acudió, aunque abandonó la sala poco después de comenzar la sesión y ya no regresó. «Nós imos seguir traballando na comisión e fóra da comisión para destapar estes 15 anos de chanchullos do PP», recordó este viernes Pontón.