La Voz de Galicia

¿Sabes por qué el cóctel margarita se llama así?

Sabe bien

Pablo Gómez Cundíns

Es México en una copa, no hay consenso en cuanto a su género y tiene ingredientes que derriban el recuerdo del demoledor chupito de tequila, pero que pueden provocar quemaduras en la piel... está rodeado de mitos. Te los contamos

28 Aug 2024. Actualizado a las 05:00 h.

La intensidad de México en el paladar, ya es mucho decir. Margarita es uno de los nombres más populares y, al parecer, el cóctel bandera del país centroamericano lo tomó de una mujer para quien se inventó el trago en la década de los años 30 del siglo pasado. ¿Pero quién era esa mujer? Lo desvelaremos en unas líneas más abajo, aunque ya adelantamos que hay tantas margaritas como leyendas alrededor de este cóctel.

Lo primero que llama la atención sobre el cóctel es la falta de unanimidad acerca del artículo que se le debe poner al mencionarlo. ¿El margarita o la margarita? La duda tampoco se resolverá a corto plazo. Los bandos parecen irreconciliables.

La mujer, el origen

A pesar de la multitud de versiones sobre el nacimiento de la margarita, dos aspectos esenciales son comunes: se inventó en algún lugar cercano a la frontera entre México y Estados Unidos; y debe su nombre a una mujer. En ese punto aparecen todas las historias paralelas. La más popular es que Carlos, Danny, Herrera se puso a hacer experimentos en el restaurante de carretera Rancho La Gloria de Tijuana para contentar con tequila, Cointreau y limón fresco a la actriz Marjorie King, que no está claro si era alérgica a muchos ingredientes, salvo al destilado de agave, o simplemente no le gustaban. Hay quien sostiene también que era otra actriz la que se hospedaba en Tijuana: Margarita Carmen Cansino, cuyo nombre artístico era Rita Hayworth.

Otros sitúan la primera margarita en la Cantina Hussong de Ensenada (México). También, en medio de unas pruebas, Carlos Orozco tuvo que servirle esta nueva combinación a la hija del embajador alemán, Margarita Henkel.

Otras historias dicen que uno de los afortunados en probar la primera margarita fue Conrad Hilton, fundador de la cadena hotelera. Cuenta la leyenda que fue en Acapulco y en aquel cóctel ya se notaba bien el sabor del triple seco. El último en sumarse a la ola de inventores del trago es el bar más antiguo de Ciudad Juárez, el Club Kentucky. Antes, Francisco Morales, de El Paso (Juárez) y otro Danny (Negrete) en el hotel Garci-Crespo, de Tehuacán (Puebla).

La receta y el chupito

En los años 30 del siglo XX se pusieron de moda los cócteles estilo daisy: con una base de espirituoso, más cítrico, endulzante y soda opcional. Un sour endulzado con destilado y podrían considerarse los protomargaritas.

Por otra parte, la estructura de la margarita es similar a toda una familia que comienza con el sidecar (coñac, triple seco y zumo de limón), de la familia Nueva Orleáns sour (base alcohólica, triple seco y zumo de limón) y que goza de decenas de variantes en las que se adecúa el destilado.

Según la guía Difford, la receta consta de 45 mililitros de tequila blanco, 22,5 de triple seco, 22,5 de zumo de lima, 5 de sirope de agave y 4 gotas de bitters. Puede ser agitada y servida en copa margarita (o taza sombrero, muy icónica con su parte superior como una copa martini y la inferior como una de vino, ovalada), u on the rocks. Se completa con medio borde de sal en la boca de la copa o vaso y se decora con un gajo de lima. Tiene cerca de 23?% de alcohol y su día es el 22 de febrero.

A algunos le sonarán los ingredientes básicos del consumo de chupitos (tequila, sal y limón) que tanto ha perjudicado a la imagen de este destilado de agave. El equilibrio que otorgan los bitters, el triple seco y el sirope hacen de la margarita uno de los tragos más equilibrados de la coctelería universal.

Las variantes

De la misma manera que sucede con otros cócteles, como el daiquiri, el mojito e incluso el martini, las versiones de la margarita son múltiples y variadas hasta rozar el sacrilegio. Igualmente existen ya margaritas de fresa, piña, mango, maracuyá... granizadas, con base de mezcla e incluso hay una coronarita a la que se añade cerveza. Pero eso ya es otro cóctel.

Los récords

El universo margarita, por el entorno geográfico en el que se mueve originalmente, es muy dado a la hipérbole. Estados Unidos es el principal importador de tequila y consume cada hora unas 185.000 margaritas, que es el segundo cóctel más bebido en Australia, el quinto de Francia y el sexto del Reino Unido, lo que le lleva al cuarto puesto mundial (el 18?% de los que se piden son margaritas).

El hotel Flamingo, de Las Vegas, elaboró la más grande del mundo, de 32.000 litros para sesenta clientes; y el The London NYC de Nueva York la más cara: costó 1.200 euros.

Las quemaduras en la piel

A la hora de encarar una margarita no solo hay que saber beber con responsabilidad, sino tener cuidado con los rayos solares. Una de las incidencias hospitalarias más comunes en América relacionadas con este trago no tiene que ver con el alcohol, sino con el cítrico. Bebida habitual de las barbacoas al aire libre, la margarita (en concreto los restos que se quedan en la piel tras exprimir zumo de la lima) puede provocar fitofotodermatitis a causa de la furocumarina, que se activa con los rayos ultravioleta, originando enrojecimiento, irritación, ampollas, quemaduras de segundo grado y manchas que surgen en apenas unas horas, pero permanecen meses.


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