Diez mitos que ya no pueden existir sobre la dieta vegana

La dieta vegana es aquella que excluye los alimentos de origen animal de las comidas. Probablemente, esta sencilla idea sea eso lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas cualquier palabra relacionada con este hábito alimenticio, pero seguro que, a continuación, comienzan a rondar por tus pensamientos ciertas teorías que tachan este régimen de ineficiente, insano o de ser una simple moda. Una físico ambiental y dos nutricionistas desmienten diez de esos mitos: 

los veganos solo comen ensaladas

Susana de Oliveira, físico ambiental, reconoce que, cuando iba a comenzar su dieta vegana, también pensó algo parecido: «Cuando tomé la decisión de tener una dieta basada en productos de origen vegetal, el primer pensamiento fue, ¿y ahora, qué como? Pero cuando me paré a pensar, vinieron a mi memoria recetas de potajes y caldos que había visto preparar a mi madre, que tenían casi en su totalidad ingredientes vegetales. Por tanto, lo que tenía que hacer era retirar de las recetas los ingredientes que no lo fuesen. Fácil,¿verdad?». Cuenta que, para ella, el paso al veganismo también fue una manera de canalizar su creatividad, buscando nuevas recetas y combinaciones. «Aquellos primeros días fueron memorables», recuerda. «Las ideas fluían y cada día preparaba un plato nuevo». Para recopilar todas esas recetas, creó su blog ( ColorsCodex, en el que una de las técnicas para clasificar los distintos platos son, precisamente los colores que ellos lucen. «Cada color, más o menos, está asociado a una clase de nutrientes esenciales. Cuantos más colores introduzcas en la dieta, mejor es tu alimentación». Con los colores, también busca transmitir que la dieta vegana no es «aburrida» ni «solo verde». 

Relata que uno de los platos que creó al comienzo de su cambio alimenticio fue precisamente con el que ganó su primer concurso de recetas, el cual no se trataba de un certamen de temática vegana y admitía todo tipo de platos. Ese pequeño momento, asegura, lo vivió como un «triunfo muy especial», porque «demostraba que la dieta vegana es igual de original y sabrosa que la que incluye alimentos de origen animal».

Los veganos tienen menos fuerza a la hora de hacer ejercicio

La nutricionista Patricia Ortega desmiente rotundamente este mito. «Según la American Dietetic Association, las dietas vegetarianas, incluyendo las veganas, planificadas de manera adecuada, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades». Esta experta recalca que lo importante, para que no haya ningún inconveniente con estos tipos de dieta «es acudir a un dietista-nutricionista especializado en este tipo de alimentación para que te ayude a ajustar este patrón alimentario a tus requerimientos energéticos y nutricionales».

quienes llevan una dieta vegana Enferman con mayor frecuencia

«Falso», sentencia Beatriz Fernández, rotunda. De hecho, se trata de todo lo contrario: «Diversos estudios epidemiológicos demuestran que los adultos que llevan una dieta vegetariana o vegana bien planificada tienen menor incidencia de muchas enfermedades que en Occidente son crónicas como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2, etcétera», asegura la nutricionista. Afirma que esto se debe al aumento, con respecto a la dieta omnívora, del consumo de productos de origen vegetal, «ya que estos son ricos en fibra, vitaminas, minerales y bajos en grasas saturadas y colesterol».

La dieta vegana requiere tiempo y sale muy cara

Susana de Oliveira dice que este mito le hace especial gracia: «Sea cual sea tu tipo de dieta, si tu prioridad es una buena alimentación, sinónimo de una buena salud, no te cuestionas eso, del mismo modo que si tu prioridad es tener una televisión de alta resolución y con la tecnología más avanzada tampoco te cuestionas el precio» Para explicarnos un poco mejor el precio de una dieta basada en vegetales, dice, «mis platos se basan en recetas de los antiguos campesinos de la zona del Mediterráneo, verduras y frutas de temporada, con un ingrediente muy especial, el aceite de oliva virgen extra, el toque inequívoco que caracteriza a la dieta Mediterránea», por lo que, señala, no considera su alimentación «más cara que otra cualquiera». Su respuesta es concisa: «En cuanto al tiempo, todo es muy relativo y depende de la receta: preparar un huevo frito con patatas te lleva el mismo tiempo o menos que preparar una tortilla vegetal, a base de patatas. Hay otros platos como los potajes o caldos que llevan más tiempo, porque tienen como ingredientes las legumbres. Pero con las ollas exprés se preparan de rápido y son platos que son más ricos de un día para otro».

el veganismo es una moda que no va a quedarse

«Bajo mi punto de vista dudo que vaya a ser una moda pasajera», confiesa Ortega. Cuenta que una alimentación basada en plantas suele ir «más allá de dejar de comer animales y/o sus derivados». Dice esto porque, en muchos casos, el veganismo se adopta no solo como dieta, sino como «estilo de vida», donde los que lo ejercen buscan hacer más sostenible su consumo en todos los aspectos. Esto, explica Patricia, lo hacen prestando especial atención al «cuidado al medio ambiente, siendo más conscientes del consumo que realizan en general, intentando dar más vida útil a las cosas que tenemos en casa antes de comprar nuevas. Nos recomienda la lectura del informe del informe Más allá de la carne, de Proveg, dónde, dice, «se pueden obtener muchos datos sobre el impacto positivo que se podría conseguir a nivel medioambiental reduciendo el consumo de alimentos de origen animal».

las mujeres embarazadas no deberían llevar esta dieta

Una dieta vegana bien planificada se puede realizar en cualquier etapa de la vida, incluso durante el embarazo. Así lo defiende Fernández. «En mujeres veganas es necesario llevar un control más estricto de la alimentación para evitar carencias de vitaminas y minerales, por ello se recomienda en esta etapa y durante la lactancia suplementar con B12, ácido fólico y hierro vegetales para así no poner en riesgo la salud de la madre ni el feto».

los niños no pueden crecer sanos sin comer carne

Según Fernández, la alimentación vegana en niños se puede seguir siempre que esté bien planificada y supervisada por un profesional de la salud. Insiste en esto porque «los niños están en constante crecimiento y sus necesidades nutricionales se ven aumentadas según crecen, necesitando más cantidad de nutrientes que los adultos y sobre todo una suplementación con B12 para evitar problemas de desarrollo». Eso sí, advierte que, en caso de llevar una dieta vegana desequilibrada, mal diseñada o restrictiva «podrían llegar a presentar enfermedades carenciales y problemas en el crecimiento».

los seres humanos sólo pueden obtener proteínas y calcio de la carne

Este mito también es completamente falso. Explica de Oliveira que los alimentos de origen vegetal más ricos en «proteína de alta calidad» son las legumbres, dentro las que destacan los cacahuetes, los guisantes y la soja. «Las proteínas también las encontramos en los cereales. Con la harina de las espigas de trigo trituradas se obtiene el gluten, que es rico en proteínas con un alto valor nutricional». «En cuanto al calcio, lo encuentras en el brócoli, en las coles de Bruselas, en la coliflor, en los grelos, la lombarda, entre otras crucíferas, en las legumbres, como la soja y sus derivados, en los frutos secos...»

Patricia Ortega concuerda con estos ejemplos y señala que «las opciones son muchas». El único nutriente que se recomienda suplementar en población vegetariana y vegana sería la vitamina B12. Ortega asegura que, «el resto, en condiciones generales, se podría obtener a través de una alimentación vegetal saludable sin problemas».

la dieta vegana es un invento actual motivado por las circunstancias sociales

Tal y como explica de Oliveira, la dieta vegana es muy antigua o, mejor dicho, la dieta vegetariana con pequeños aportes de ingredientes de origen animal, como pescado, huevos o los derivados de leche en la cuenca del Mediterráneo. En Oriente, como en la India, la dieta vegana es milenaria.

«Lo que ocurre es que a la dieta a base de ingredientes vegetales se le han añadido otros factores, como el uso de ropa y accesorios fabricados con materiales que no recurren a los de origen animal y otra serie de conceptos que se fueron introduciendo en la cultura vegana», asegura. 

se garantiza la pérdida de peso

Fernández tiene claro que este mito, quizás de los más cuestionados, es falso. «Es verdad que las dietas veganas suelen ser menos calóricas que las dietas omnívoras, pero esto no implica bajada de peso, ya que si se ingieren más calorías de las que el cuerpo quema, ya sea en dieta vegana u omnívora, habrá ganancia de peso». Reconoce que es una realidad que aquellas personas que empiezan este tipo de alimentación bajan peso en poco tiempo, pero explica que, en realidad «no se debe al veganismo, sino a un cambio a mejor en la alimentación ya que aumentan el consumo de frutas, verduras y legumbres y dejan de consumir sobre todo productos procesados y altamente calóricos, por lo que esta bajada de peso se podría realizar con una dieta omnívora bien planificada, aumentando el consumo de productos vegetales».