La (auténtica) carbonara como nunca te la habían contado
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Los hermanos sardos Marco y Antonio Miscali celebran hoy el «Día Internacional contra la Nata en la Carbonara» para rendir homenaje a este plato «maltratado» por los europeos, que no hacen la salsa con yema de huevo
04 Mar 2019. Actualizado a las 14:41 h.
Antes de que los mexicanos se unan para reivindicar que los nachos no son el ingrediente más apropiado de una pizza (pese a lo que una conocida marca intenta vender) y de que los valencianos se enzarcen en una lucha sin parangón contra aquellos que siguen los consejos de Jamie Oliver y le ponen chorizo a la paella, Marco y Antonio Miscali sientan un precedente.
Desde el centro de A Coruña y en Ayó Pasta Bar, un local que no lleva ni tres meses abierto, han organizado el Día Internacional contra la Nata en la Carbonara. Reconocen que empezó como una broma entre hermanos que, finalmente, terminará por generar más tensiones que los cebollistas de la tortilla contra los del huevo y la patata. Pero nada que ver con un afán belicista las intenciones de estos sardos. Más bien quieren mostrar a los españoles («y al resto de europeos», apuntan) que este reputado plato italiano «se hace solo con pasta fresca, un embutido que se llama guanciale, no panceta; huevo y, en nuestro caso, queso pecorino; pero se puede poner un parmigiano». Y nada más. Fin. No hay nata por ningún lado. Ni la va a haber. Y no será por que los clientes no se la demanden.
«Como en la mayoría de restaurantes de Europa que ofrecen carbonara le añaden nata, cuando vienen aquí muchos clientes se sorprenden y nos dicen que sin nata no es carbonara. Pero lo cierto es que sí, que la receta original no plantea este ingrediente», comenta Antonio, jefe de cocina de Ayó Pasta Bar. ¿Y por qué existe entonces tanta confusión? «Yo creo que es por una cuestión técnica. Hacer un plato de pasta carbonara parece muy sencillo, pero no lo es: necesitas cuajar el huevo en un punto que no se quede demasiado cocido para que no quede un huevo revuelto con pasta y hay que hacerlo al momento. Por eso la nata es una solución sencilla», explica.
Pero ambos son intransigentes con estas licencias gastronómicas. Aunque se lo toman con humor. Por eso desde las 12.00 del jueves 25 de octubre hasta la medianoche, descubrirán a los clientes un menú que incluye la verdadera receta de este plato romano, pero también bebida (los hermanos recomiendan para acompañar este plato un vino tinto: «una uva sarda o un Rioja»), postre y café por 12 euros.