La Voz de Galicia

La Viuda: 75 años de tradición y una pizca de vanguardia

Restaurantes de aldea

María Doallo

Este restaurante familiar abrió en Trives (Ourense) en 1946. Desde entonces está a diario repleto de vecinos y turistas que adoran, sobre todo, sus callos y zamburiñas

13 Oct 2020. Actualizado a las 10:14 h.

En mitad del macizo central ourensano está Trives. Rodeado de montañas, ríos y salpicado de construcciones románicas, el municipio es una de las muchas opciones que plantea la provincia de Ourense para desconectar y rodearse de naturaleza viva. Y, por supuesto, también para disfrutar de una jornada gastronómica. Porque en Trives está La Viuda. En este restaurante familiar, que abrió sus puertas en 1946, llevan casi 75 años cocinando para los vecinos y turistas que llenan sus mesas prácticamente a diario. «A miña avoa comezou cunha pequena cafetería e dende aí a cousa foi evolucionando ata o que somos hoxe», explica Anxo Fernández, propietario del local junto a su hermana María. Su abuela se quedó viuda muy joven y aunque el primer establecimiento que abrió se llamaba El Rincón, en el pueblo, cuando iban a tomar café a su bar, iban «onde a viuda», así que el nombre se lo dieron los vecinos.

Anxo y María son la tercera generación de este restaurante, que también es hostal, en cuyos platos permanece intacta la tradición, la experiencia y el cariño a la cocina que les inculcó su abuela, ahora combinada con toques de vanguardia y elaboraciones de innovación. Por eso en La Viuda es posible disfrutar de un guiso de callos, un caldo gallego o un cordero asado, al mismo tiempo que se pueden degustar unos raviolis de carrillera, una costilla de cerdo a baja temperatura o un helado de té verde con sopa de chocolate blanco.

MIGUEL VILLAR

De lunes a viernes el restaurante funciona con un menú de 12 euros compuesto por un primero, un segundo y un postre a escoger. «É comida da casa, a de toda a vida. Nos nosos pratos prima o sabor de sempre. Cambiamos as opcións cada día tendo en conta os produtos e as elaboracións típicas de cada tempada», dice Anxo. Merluza, ternera, lacón, zamburiñas, fabada, embutidos caseros y ensaladas son algunas de las propuestas. «Priorizamos a calidade da materia prima e, por suposto, que esta sexa de quilómetro cero. La Viuda enráizase en Trives e para nós é importante apoiar aos agricultores e gandeiros de arredores», añade el chef. El fin de semana este trivés se pone creativo en los fogones y el resultado es su cocina más «canalla», como él mismo afirma. «A partir do venres pola noite transfórmase o servizo e as elaboracións pasan a ter un punto de innovación, de modernidade. Seguimos cociñando con produtos de toda a vida pero cun toque persoal», admite. Ahora mismo se divierte con las setas shiitake, las castañas o el gallo celta. Juega a prepararlos de formas diferentes, a mezclarlos con otros ingredientes, intentando conseguir nuevos sabores sin descuidar ni un segundo la presentación, donde empieza la fiesta culinaria que propone. Son muchos los que ya han pasado por las mesas de La Viuda y han descubierto Trives a través del estómago; y si algo tienen en común es que repiten, señal de que la cocina tradicional de casa y la de autor no solo se llevan bien, si no que saben mejor.

 


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