El Gran Lebowski o la segunda juventud del Ruso Blanco
Vinos
Este trago, que los gallegos bien pueden preparar con licor café y vodka, se convirtió en un imprescindible de las noches de juerga de los amantes de este magnífico film de los hermanos Coen
13 Jan 2021. Actualizado a las 15:07 h.
La comedia de culto de los hermanos Coen, El Gran Lebowski, es un viaje alucinógeno donde el vago protagonista amante de los bolos y vestido siempre con su albornoz, el Nota (the Dude) Lebowski, se bebe Rusos Blancos como si fuesen batidos.
-Entonces, tú eres Lebowski.
-Sí.
-Maude me contó todo de ti. Volverá en un minuto. Siéntate. ¿Quieres una bebida?.
-Si, claro. Un Ruso Blanco.
-El bar esta allí.
El primer contacto con el personaje interpretado por Jeff Bridges es, precisamente, en el supermercado, comprando ingredientes para su bebida favorita, en este caso half-and-half, una mezcla de leche y nata. A lo largo de una historia en la que están involucrados una alfombra sucia, un millonario, una identidad errónea, una mujer secuestrada, estrellas del porno, bolos, veteranos de Vietnam y arte, los cócteles son una constante.
El Nota es un amante del Ruso Blanco o Caucásico, como así lo bautiza en una escena, hasta el punto de protegerlo mientras lo meten en una limusina «Careful, man, there's a beverage here!» («Cuidado, tío, llevo una bebida») o incluso llegar a hacérselo con leche en polvo sin lactosa.
Digamos que, gracias a este personaje, el Ruso Blanco, un cóctel de estilo after-dinner, se convirtió en una bebida popular entre el público y vivió una segunda juventud, si es que alguna vez tuvo una primera.
El trago en cuestión es muy simple y esta es su receta:
- 40ml de vodka
- 20ml de licor café
- 30ml de half-and-half (mitad de leche y mitad de nata)
En un vaso bajo de tipo old-fashioned o whisky lleno de hielo vertemos el vodka y el licor café (tradicionalmente se utiliza Kahlua, pero nuestro licor café gallego funciona a las mil maravillas), revolvemos un poco y completamos con la nata vertiéndola lentamente para que flote sobre la mezcla de alcoholes.
Se suele servir con la separación de colores y que el bebedor lo mezcle a su ritmo, pausado, como El Nota.
¡Salud!