Ana Rosa Quintana: «Los hijos valoran que seas independiente y luchadora»
Gente
Todavía queda mucho de esa niña que leía el tebeo Marinoticias, que la llevó a convertirse en periodista
09 Feb 2014. Actualizado a las 15:12 h.
Acaba de cumplir 58 años y su programa sigue siendo líder de audiencia tras diez años de emisión. Ana Rosa Quintana es una mujer hecha a sí misma y curtida en las lides del periodismo. Natural del barrio madrileño de Usera, se licenció en 1980 y empezó en la radio, pero ha pasado por todos los puestos en los que ejercer su profesión: redactora, redactora jefe, presentadora y hasta corresponsal. Hasta que llegó a la mañana para quedarse.
-Sé que no le gusta el calificativo de reina de las mañanas pero lleva años en la cresta de la ola. ¿Cómo se consigue?
-Se consigue con constancia, con trabajo y sobre todo rodeada de los mejores. La televisión es un trabajo en equipo.
-Pero al final la cara que trasciende es la suya.
-Es cierto. Eso pasa para lo bueno pero también para la parte mala.
-Entonces funciona lo de empezar cada temporada vestida de blanco.
-Empecé en Telecinco con una camisa blanca y unos vaqueros y se ha quedado como una tradición. Es un color que me encanta y a las estilistas también les parece bien.
-Lo que le encantan también son los zapatos.
- Me gustan desde que era niña. También es que tengo los pies delicados y no puedo usar cualquier zapato.
-Pero usa tacones de vértigo.
-Es porque estoy acostumbrada, pero si un zapato me hace daño no vuelvo a utilizarlo. Me cuido mucho los pies, me hago la pedicura cada 15 días, aunque lleve un zapato cerrado. Cuando era pequeña nos compraban los zapatos para ir al colegio y los que se compraban eran los Gorila. A mí no, porque me hacían daño. Mi madre se gastaba más en mis zapatos que en los del resto para todo el año.
-Hablando de su infancia, dice que se hizo periodista por un tebeo, Marinoticias. ¿Qué queda de ella?
-Creo que sigo siendo Marinoticias. Gracias a Dios he tenido una carrera dilatada y he sido redactora, redactora jefe, he hecho información de actualidad, música, he sido reportera y corresponsal. Me encanta esta profesión y poder desarrollarla.
-Se hizo periodista para no madrugar y al final...
-Tenía la imagen del periodismo de la aventura, de la noche, del ambiente de las redacciones y eso incluye no madrugar. Si no quieres caldo, toma tres tazas. Pero me gusta tanto la mañana, me encanta el directo porque nunca es igual. Hoy hemos cambiado la escaleta tres veces durante el programa. Nunca haría un programa grabado.
-Ha dicho que a un periódico no se le critica tanto como a una televisión y usted ya se ha visto envuelta en polémicas. ¿Por qué ocurre esto?
-La verdad es que no entiendo por qué ocurre. Todavía hoy hay la creencia de que la televisión es un medio menor y que vive de las audiencias.
-¿Dónde está el límite en el periodismo?
-En la verdad, porque la objetividad es imposible, no existe, siempre tenemos una mirada o una predisposición, creencias, que nos impiden ser objetivos.
-Ha trabajado en Radio Voz. ¿Qué recuerdos guarda de aquella época?
- Sí, es cierto, llevé un programa de la tarde con Miguel Ángel García-Juez. Era el nacimiento de una emisora e hice amigos para toda la vida.
-¿Fue muy radical el cambio a un formato como «Sabor a ti» o «AR»?
-Quizá con Sabor a ti más. Pero yo me inicié con Extra Rosa, con Rosa Villacastín, y eran noticias de sociedad. Yo no conocía a ningún personaje de los que se hablaba. Sabor a ti era más entretenimiento y esto es más parecido a lo que hacía en la radio, a esa inmediatez, sobre todo por la evolución de los medios técnicos.
-También tiene una productora y una revista. ¿Cómo llega a todo?
- No lo sé, las cosas han ido viniendo. La revista no fue una idea mía, me lo propusieron durante dos años y yo decía que no. Al final les dije que iba a probar pensando que aquello era una locura. Me daba corte y pensaba que quién iba a comprar una revista en la que salía yo en todos los números. Llevamos 13 años.
-¿La mujer española tiene que escoger entre carrera y familia?
-Se puede tener todo, pero exige un esfuerzo personal mayor y comprensión por parte de la pareja y los hijos. Yo tengo trabajo, familia, madre, amigos y vida, pero necesitas al lado a una persona que te apoye y que te empuje, y no hay muchos.
-Usted concilia. ¿Se siente un bicho raro?
-Sí, concilio. Tengo un hijo mayor y lo que he podido ver es que ha visto a su madre trabajando y no tiene carencias, al revés. Los hijos valoran que seas independiente y luchadora.
- Ha tenido hijos a edades muy diferentes. ¿Es la maternidad distinta?
-En mi caso no, porque hago ahora la misma vida que cuando tuve a mi hijo mayor. También tengo un marido que comparte la responsabilidad y me facilita mucho. Yo del viernes por la tarde al lunes desconecto para estar con la familia, y en vacaciones.
- Hay también debate sobre tener los hijos tarde, como en su caso.
-Creo que hay un límite de edad y de hecho está establecido por la naturaleza. Todo depende de la salud, de la energía... Pero una mujer de 40 hoy no es igual que hace 20 años.