Tamara Falcó confiesa que siempre lleva un vaporizador de agua bendita en el bolso
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La hija de Isabel Preysler le dio una sorpresa a una niña guineana en el programa de Telecinco «Hay una cosa que te quiero decir?
16 Jun 2014. Actualizado a las 18:12 h.
La hija de Isabel Preysler, Tamara Falcó, acudió este fin de semana al plató de Hay una cosa que te quiero decir para dar una sorpresa a una niña guineana, aunque ella misma también acabó siendo sorprendida en una noche llena de emociones. Jordi González dio la bienvenida a la madrileña con una divertida entrevista en la que la joven confesó que rezar el rosario le ayuda «a acabar con la ansiedad». De hecho, la hija de Isabel Preysler no puede salir de casa sin agua bendita. «Siempre llevo un vaporizador de agua bendita en el bolso, aunque depende del bolso -explicó Tamara-. Y algunos de mis amigos me han copiado la idea».
Lo cierto es que rezar es todo un «ansiolítico» para Tamara: «Rezar el rosario hace que se diluyan mis preocupaciones». Sin embargo, la hija de Isabel Preysler también tiene tiempo para irse de fiesta y confesó que sale a bailar «hasta las ocho de la mañana». Y es que, según la madrileña, es fiel a las enseñanzas de San Agustín, que dijo: «Quién baila, reza tres veces».
Tras estos divertidos momentos, Tamara se preparó para la misión que la llevó al programa: ser cómplice de una sorpresa. La invitada era una niña guineana, Milagrosa, que sobrevivió a un nacimiento con solo cuatro meses y medio. En el hospital recibió la visita de Tamara y, desde el principio, la conexión entre ellas fue mágica. La abuela de la niña quiso llevar a Tamara al plató, que fue testigo del sufrimiento de la familia, para darle una bonita sorpresa. La joven se mostró visiblemente emocionada desde el principio y quiso darle un mensaje: «Tenemos muchas cosas en común como la moda, y ver tu lucha me llena de esperanza». La niña no dudó en elogiar a su amiga española: «Ella es buena, simple, amable y divertida». Curiosamente, el ídolo de Milagrosa no es otro que Enrique Iglesias, hermano de Tamara. Por eso, la madrileña le entregó un cedé del cantante dedicado por él. Ninguna de las dos pudo contener la emoción y, tras abrir el sobre, se fundieron en un emotivo abrazo.
Sin embargo, el papel de Tamara no había acabado: le quedaba una sorpresa más aunque, esta vez, la sorprendida iba a ser ella. Y es que una de sus empleadas, Bety, acudió al programa para agradecerle todo su apoyo. Su relación ha sido algo más que de famosa-empleada y ambas se han convertido en grandes amigas. «Tú me has ayudado a encontrar mi paz interior», afirmó Bety ante una Tamara cada vez más emocionada. «Eres muy noble, luchadora y con un corazón enorme», prosiguió. «Me he quedado sin palabras, y eso no me suele pasar», respondió Tamara entre risas y lágrimas.