Veinte años de la boda de los reyes de Dinamarca, Federico y Mary Donaldson
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El príncipe apodado como Turbo, y que no quería ser rey, contrajo matrimonio con una atractiva abogada australiana con la que tiene cuatro hijos. Sus primeros meses al frente de la monarquía han sido especialmente convulsos, entre otros motivos, por la irrupción de Genoveva Casanova en su vida. Esa fue la presentación en Europa de la actual reina Letizia, con el inolvidable traje rojo de Caprile
14 May 2024. Actualizado a las 12:44 h.
Un príncipe apodado Turbo por sus vida de excesos y una plebeya (una de las primeras en llegar a la monarquía europea), de Australia para más señas, contrajeron matrimonio tal día como hoy en Dinamarca. Estaban llamados a ser reyes, algo que han conseguido hace apenas unos meses. Son Federico X y Mary Donaldson, que celebran un aniversario de bodas redondo rodeados de polémica y siendo objeto de críticas por cogerse vacaciones en dos ocasiones en apenas cuatro meses.
Hace dos décadas, y apenas quince días antes de la última boda real en España, la de Felipe y Letizia, Dinamarca se engalanó para casar a su príncipe díscolo con una bella australiana. Federico esperó emocionado y llorando en el altar a su futura esposa, a quien había conocido en los Juegos Olímpicos de Sídney cuatro años antes.
La reina Margarita, a la que llegaron a sugerirle que ante la aparente «irresponsabilidad» de su primogénito este cediese los derechos de sucesión a su hermano Joaquín, al que ahora no le une una especial relación, acogió con buenos ojos a Mary Donaldson. Y eso que no era danesa, sino que procedía de Australia con orígenes en Escocia y era huérfana de madre. Hasta mudarse a Dinamarca para aprender danés y el protocolo necesario para convertirse en princesa, trabajaba como abogada.
Mientras pasaban los años e iban naciendo sus cuatro hijos: Christian, heredero al trono (en 2005); Isabel (2007) y Vicente y Josefina (2011), los aún príncipes lidiaban con rumores de crisis en su matrimonio, por los viajes de Mary Donaldson a Australia para visitar a su familia y la especial querencia de Federico por la vida nocturna y la fiesta. Pero no fue hasta el pasado otoño cuando las supuestas infidelidades de Federico a Mary Donaldson, se hicieron visibles y de dominio público.
Y es que sus fotografías paseando por Madrid con la mexicana Genoveva Casanova dieron la vuelta al mundo, aunque en Dinamarca no tuvieron tanto impacto como cabría esperar. Los fotógrafos que lo captaron aseguran que entró y salió varias veces del piso de la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, con maleta y cambios de ropa incluidos. También se le vio salir solo y desorientado, sin escolta en la noche madrileña, hasta que un coche vino a recogerlo. Mientras tanto, Mary Donaldson hablaba en Estados Unidos de salud mental.
Para colmo de males, el escándalo se hizo público coincidiendo con la visita oficial de los reyes Felipe y Letizia en el país, lo que generó varias situaciones incómodas y tensas.
Apenas unas semanas después, justo el 31 de diciembre en el discurso de fin de año, la reina Margarita, aquejada ya de varios problemas de salud que habían mermado su movilidad, abdicó y cedió el trono a Federico, que el 14 de enero se convirtió en rey en una ceremonia exprés. Sobre esta premura en ceder la corona, hubo quien apuntó que Mary Donaldson había dado un ultimátum a la reina tras el escándalo de Genoveva.
A principios de este mes el matrimonio hizo balance de sus primeros meses como reyes, y aseguró en una entrevista que este tiempo «a veces ha sido abrumador», a bordo del buque real Dannebrog, una embarcación que les sirvió como metáfora para explicar lo que supone su nueva posición. «Vamos a continuar el camino que hemos trazado con nuestro interés por la naturaleza, las comunidades y los negocios. También queremos ser una pareja real visible y presente en toda Dinamarca», subrayaban.
«Independientemente de que ya sepamos cómo funciona todo, todavía hay muchas cosas nuevas como dirigir un consejo de Gobierno, determinadas audiencias o recepciones de embajadores. Sabes que es parte del trabajo, pero es nuevo para mí», explica el rey. Algo que su esposa ratificaba señalando que «a veces ha sido abrumador. Hubo muchos cambios y hubo que tomar muchas decisiones, tanto grandes como pequeñas. No todo puede suceder en un instante», argumentaba.