Encomendados al partido perfecto
Grada de Río
La contienda tiene un riesgo añadido, el de caer en la zona de descenso si los celestes pierden por más de dos goles
06 Jan 2014. Actualizado a las 07:00 h.
El partido perfecto. Esa ha sido la frase de la semana en Vigo y la aspiración de todo el plantel céltico de cara a la visita de esta tarde al Bernabéu. Hoy toca traducirlo ante un Real Madrid casi al completo después de que Bale haya entrado en la convocatoria, aunque el galés no apunta a la titularidad en un once cargado de magos del balón. La contienda tiene un riesgo añadido, el de caer en la zona de descenso si los celestes pierden por más de dos goles. Las victorias de Osasuna y Almería dejan a los vigueses en una situación comprometida a nivel clasificatorio.
El partido perfecto del que se habla en clave celeste reclama una actuación coral en ataque y en defensa. Aprovechando las contadas oportunidades que pueda tener el equipo vigués en el área de Diego López, pero sobre todo exige el mejor partido defensivo de la temporada. Con menos errores en la salida de balón -fundamental con los blancos enfrente-, con más sobriedad, intensidad y contundencia. En definitiva, que el Celta aprueba de una tacada todas las asignaturas pendientes acumuladas a lo largo de los últimos tres meses y que le han impedido vivir en el territorio de la tranquilidad.
Con la ausencia de Fontás, todo apunta a que Luis Enrique pondrá un once muy próximo al tipo. Con Nolito y Álex López con serias opciones de recuperar la titularidad con respecto al partido frente a Osasuna. El gaditano con la necesidad de recuperar su papel preponderante en la izquierda.
De entrada los descartes de Toni y Bermejo envían los primeros mensajes. Aurtenetxe tiene todas las papeletas para repetir en el lateral zurdo y Santi Mina será la bala en la recámara para el ataque celeste. La situación también conduce a pensar que Cabral y David Costas coincidirán por segunda vez en el centro de la defensa. Hugo Mallo, que se reencuentra con el escenario de su larguísima lesión, es el único intocable de la defensa celestes.
Los centrales, el puesto que más baila en el Celta, deben superar una prueba mayúscula ante el equipo con más pegada del campeonato. Aunque de inicio Bale se quede en el banquillo, Ancelotti apostará en su reencuentro con el Celta por Cristiano Ronaldo -inédito en su santuario desde el 9 de noviembre cuando le hizo un hat trick a la Real-, Benzema y Di María, el elogiado por Augusto antes de partir. Ante semejante caudal solo queda fomentar las ayudas, tapar las bandas todo lo que sea posible e intentar que los blancos estén lo más lejos posible del arco de Yoel. Desde 1977 los célticos nunca han sido capaces de mantener su portería a cero en Chamartín. Un duro reto para un primerizo.
La visita del Celta al Bernabéu tiene el morbo añadido de ser la primera vez que Luis Enrique, que regresa al que fue su hogar, como entrenador. Teniendo en cuenta que no salió demasiado bien de la casa blanca, el asturiano no se espera un gran recibimiento, pero pasa página. Bastante tiene con que su equipo pueda competir y plantear batalla en un choque tan desigual como atractivo.
Y aunque todo pinte en contra, el Celta tampoco estará solo en el coliseo blanco. Al menos dos centenares de aficionados viajan con la esperanza de un inesperado regalo de Reyes.
De perder por más de dos goles en el Bernabéu los célticos entrarían en descenso