Berizzo ya baraja sus cartas
Grada de Río
El entrenador del Celta planteó por primera vez en pretemporada un partidillo de once contra once
11 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.
Y al séptimo día, el Celta se encomendó al balón. Tras seis días de dura pretemporada con el apartado físico copando todo el protagonismo, Eduardo Berizzo cedió ayer algo de espacio al balón en el que fue el primer partidillo de la pretemporada. Después de trabajar cuestiones físicas durante más de una hora, la plantilla se distribuyó en dos equipos que permitieron ver los primeros trazos del que será el Celta del Toto.
Aprovechando que al fin podía contar con casi toda la plantilla -pues ya concluyeron los exámenes médicos- Berizzo alineó dos onces que compartían modelo y principios. «Siempre dentro de los entrenamientos hay una parte que hacemos con balón, pero hoy fue más extensa. [...] Estamos intentado adaptar el cuerpo y la cabeza a otro tipo de demandas», explicó Borja Oubiña, consciente de que a estas alturas de la temporada la carga física es la prioridad.
Cuatro defensas, tres centrocampistas y tres hombres de ataque en cuanto a dibujo, y la intensidad y la presión como ejes sobre los que pivotar el juego. Esos fueron los elementos que presidieron los primeros ensayos de Berizzo. Sergio Álvarez ejerció como portero en el equipo que exhibió la defensa que tiene más visos de aproximarse al diseño final. Carles Planas por la izquierda, Cabral y Sergi Gómez como centrales y Jonny en el flanco derecho formaban la línea de cuatro que daba pie a un centro del campo integrado por tres hombres. A la espera de que se firme la llegada del mediocentro, Berizzo concedió ayer a Andreu Fontás la responsabilidad del pivote, escoltado por Krohn-Dehli en la izquierda y el canterano Yelko por la derecha. Por la banda zurda del ataque, un Nolito intenso y que llega mucho más fino que la temporada pasada, y por la derecha un Jordan que vive sus primeros entrenamientos con el equipo de Primera. Charles, por su parte, ejerció de referencia ofensiva.
En cuanto al otro once diseñado por Berizzo, y que mantenía el esquema 4-3-3, Rubén Blanco se encargó de defender una portería abrigada por una línea de cuatro cien por cien A Madroa. Samuel Araújo como lateral zurdo, David Goldar y David Costas como centrales, y Levy Madinda como improvisado lateral derecho daban forma a la zaga. La baja de Hugo Mallo tiene al Celta limitado en el capítulo de laterales, por lo que al internacional gabonés le tocó moverse en una posición nueva para él. Habrá que esperar para ver si se trata de algo circunstancial o si Berizzo decide reconvertir al mediocentro ofensivo.
En cuanto al centro del campo, Borja Fernández fue el encargado de ejercer como pivote en una línea de tres que completaban Borja Oubiña y Álex López, un dueto que durante mucho tiempo fue el eje habitual del Celta.
En cuanto al ataque, Santi Mina por la izquierda, Jota por la derecha y Larrivey en punta compusieron el primer esquema ofensivo del Toto, que permitía pequeñas alteraciones al ataque con Jota adentrándose por el centro para ejercer de enganche.
La intensidad preside el juego
Eduardo Berizzo avanzó que quiere un Celta intenso y en su primera práctica lo demostró. Sobre el césped de A Madroa se pudo ver cómo los dos equipos presionaban la salida de balón de los centrales, intentaban robar el esférico e imprimir velocidad al fútbol colectivo.