La Voz de Galicia

El Celta, ante la encrucijada

Grada de Río

lorena garcía calvo vigo / la voz

El club no es partidario de reforzarse en invierno, pero está justo de efectivos

28 Dec 2014. Actualizado a las 05:00 h.

En tan solo cinco días el mercado de invierno levantará el telón y al Celta se le abrirá la posibilidad de reforzar su plantilla. El club nunca se ha mostrado partidario de recurrir a la ventana de transferencias de enero, y de hecho sus últimas experiencias no han resultado especialmente positivas. Sin embargo, el hecho de disponer de una plantilla corta y de continuar adelante en Liga y Copa puede hacer que se replantee su postura.

La dirección deportiva del Celta, con Miguel Torrecilla a la cabeza, siempre ha proclamado su gusto por las plantillas cortas y polivalentes. En verano diseñó un vestuario compuesto por 21 futbolistas y que debía completarse, en caso de necesidad, con jugadores del filial. Sin embargo, desde que Eduardo Berizzo tomó las riendas del equipo no ha podido disponer en ningún momento de toda la primera plantilla y, ya fuera por gusto o necesidad, ha recurrido con insistencia a los mismos quince jugadores.

Borja Oubiña es uno de los futbolistas de los que Berizzo no ha podido echar mano. Está en proceso de recuperación y aún no tiene fecha de retorno, mientras que David Costas, aunque a todos los efectos es jugador de Primera, tan solo ha tenido una participación en Copa que resulta casi testimonial. El de Chapela parece que no entra en los planes del entrenador argentino.

Durante el primer tramo de la Liga Santi Mina tampoco logró ganarse una oportunidad en el equipo, pero la Copa y la necesidad de buscar soluciones alternativas al tridente habitual en ataque le permitieron cambiar su rol. Una situación que hasta el momento no ha revertido Levy Madinda. El centrocampista ha tenido pocos minutos en lo que va de competición, y al estar citado por Gabón para participar en la Copa África, estará ausente al menos el próximo mes.

Sin Oubiña, lesionado, con Madinda ausente durante varias semanas, sin contar con Costas, y con dos competiciones -Liga y Copa- en las que luchar, la lógica parece empujar al Celta a acudir al mercado invernal. Sobre todo, si su intención es llegar lo más lejos posible en la Copa.

El rendimiento

Aunque Berizzo ya ha alineado un buen puñado de onces y en los últimos partidos ha variado incluso una línea de vanguardia que parecía inamovible, tan solo diez futbolistas superan la barrera de los 1.000 minutos disputados, y quince son los jugadores que hasta el momento ha barajado con asiduidad el Toto. Mientras futbolistas como Mina o Charles han pasado de no encontrar su sitio a obtener un voto del confianza, otros han recorrido el camino inverso.

Pedro Pablo Hernández llegó en verano como el fichaje más ilusionante, pero primero las lesiones y ahora la falta de adaptación, le están privando de convertirse en el revulsivo esperado. Berizzo no acaba de encajarle en el rompecabezas céltico, y quizás ese sea uno de los deberes para el nuevo año en un centro del campo en el que el técnico ya ha recurrido a Borja Fernández en más de una ocasión para ejercer de pivote, la posición más descubierta del Celta, ya que que solo dispone de Radoja como mediocentro defensivo específico.

Si a esta plantilla ajustada se suma que el Celta está teniendo lesiones de forma habitual y que las sanciones le están haciendo especial daño, el resultado es un vestuario corto de efectivos para afrontar lo que queda de curso. El mercado puede ser la solución.


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