La Voz de Galicia

El Celta cambia la tendencia

Grada de Río

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La cantidad invertida en fichajes, 26,5 millones, supera a los ingresos por ventas

03 Sep 2017. Actualizado a las 23:30 h.

El Celta ha cambiado este verano la tendencia que le había caracterizado en las últimas temporadas. Como consecuencia de sus movimientos en el mercado que acaba de finalizar, el club vigués presenta un saldo negativo entre los ingresos y los gastos registrados en las últimas semanas. La cifra se queda en 7,1 millones de euros en negativo tras haber gastado 26,5 millones y haber percibido 19,4.

Los dos capítulos tienen un nombre propio destacado cada uno. En el de los desembolsos cabe subrayar al último en llegar, Emre Mor, que le ha costado al Celta cerca de 13 millones que le convierten en el refuerzo más caro de la era Mouriño. Poco más de una tercera parte de esa cuantía (4,5) fue la que aceptó el Fulham por dejar salir a Jozabed con destino a Vigo, mientras que Maxi llegó desde el Defensor uruguayo a cambio de cuatro millones y el Nordsjaelland ingresa cinco por el traspaso de Lobotka. La cifra total se queda así en 26, 5 millones de euros invertidos en reforzar la plantilla de la temporada 2017/2018.

En lo que se refiere a los ingresos, se acercan a los 20 millones de euros. El responsable de la mayor parte es Pape con su traspaso al Olympique de Lyon por diez millones de euros más cuatro en variables. A esto hay que sumar los tres de Fabián Orellana, que se fue en el mercado de invierno al Valencia con una opción de compra obligatoria que se ha ejercido ahora de tres millones. Además, el club vigués se ha hecho con 400.000 euros por la cesión de Théo Bongonda al Trobzonspor turco, sin olvidar el medio millón que ha reportado a las arcas celestes la marcha de Marcelo Díaz al Pumas mexicano.

1,5 millones extra por Jota

Aunque el resto de marchas fueron a coste cero -caso de las cesiones de Lemos, Costas y Beauvue; las rescisiones de Álex, Señé y Madinda y Rossi y Planas, que acababan contrato-, el Celta recibió a última hora un ingreso inesperado. Se trata del millón y medio que le supone la venta del canterano Jota Peleteiro al Birmingham por parte del Brentford en el que militaba desde que se desvinculó del Celta tres años atrás. La cifra de ingresos se eleva así a 19, 4 millones.

En relación con el balance económico en el mercado del resto de clubes, el vigués es el cuarto con la cuenta más desfavorable en este apartado. El desequilibrio es de 7,1 millones, una cifra que solo empeoran tres entidades: Valencia (-24,9), Villarreal (-17,2) y Getafe (-12,3). Hay otros seis clubes que han gastado más de lo que han ingresado: Leganés (-5,4), Alavés (-4,9), Girona (-4,6), Deportivo (-4), Barcelona (-3,5) y Betis (-0,9).

Los nueve equipos restantes -la lista se completa con el Athletic, con saldo cero- tienen un balance positivo. Destaca el Real Madrid, que recibió 140 millones (las principales cantidades por Morata y Danilo) y gastó 42,5, seguido de Málaga (+19), Las Palmas (+12,5), Sevilla (+11,7), Atlético (+9,3), Real Sociedad (+6,5). Levante (+5,6), Eibar (+3,5) y Espanyol (+0,7).

Precedentes inmediatos con saldo positivo

En los últimos años el Celta se había caracterizado por ingresar más de lo que gastaba. El ejemplo más claro es el del verano pasado, cuando ni siquiera los 18 millones que recibió el club por Nolito por parte del Manchester City le impulsaron a hacer grandes desembolsos en el mercado de fichajes.

En aquella ocasión, hace ahora un año, el club que preside Carlos Mouriño apostó fuerte por Pione Sisto, por el que abonó una cifra que rondaba los cinco millones de euros. Mucho más modestos fueron los desembolsos por Álvaro Lemos -hoy cedido en el Lens- y José Naranjo -desvinculado en el mercado de invierno tras apenas medio año en el equipo-, que costaron alrededor de un millón cada uno. Roncaglia llegó libre y Rossi lo hizo con una fórmula de cesión que también implicaba coste cero.

El año anterior, el gasto celeste que ahora se dispara en la comparación había sido similar al del 2016. La gran apuesta había sido un Iago Aspas que costó 4,9 millones mientras que por Daniel Wass hubo que poner encima de la mesa 1,7 y por Dejan Drazic -reconvertido ahora en futbolista del filial dos años después-, 1,1. En aquel mismo mercado había llegado libre John Guidetti.

En cuanto a la anterior venta millonaria previa a la de Nolito, la de Iago Aspas, el Celta recibió entonces -verano del 2013- diez millones. No fue excusa para tirar de talonario y solo habían gastado 4,5 millones: 2,5 en Nolito y uno cada uno por Fontás y Charles. Aquel verano había llegado Rafinha como cedido a coste cero. En el 2014 el Tucu fue la compra más cara (1,6). 


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