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Cambio de idea para reaccionar

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El Celta defiende el fortín de Balaídos estrenando una defensa inédita con Roncaglia y Juncà en los laterales y Júnior Alonso como central y con Brais recuperando un lugar en el once ante el Valladolid

22 Sep 2018. Actualizado a las 05:00 h.

El inmovilismo no va con Antonio Mohamed. El entrenador, que ve en el Celta un trampolín o un tobogán para asentarse en el fútbol europeo, quiere pasar página de la derrota de Girona con cambios de sistema y de nombres ante un Valladolid que no ha marcado en liga pero que tampoco ha perdido a domicilio (acumula dos empates sin goles). Juncà debutará en el lateral izquierdo, Roncaglia ocupará el sitio del lesionado Hugo Mallo y Júnior Alonso se estrena como central acompañando a Araujo en una línea de cuatro que permite a Brais Méndez recuperar la titularidad en el centro del campo. Aunque no está confirmado, todo indica que será el mismo once del inicio liguero con el intercambio de papeles ente Hugo Mallo y Roncaglia.

Porque el capitán no se recuperó a tiempo de su dolencia en el bíceps femoral y el entrenador ha preferido no forzar. Sin embargo, el marinense no tendrá un cambio natural, ya que Kevin Vázquez no entró en la lista de convocados, lo que aventura un oscuro panorama para el canterano en los próximos meses.

Roncaglia, uno de los fijos de Mohamed, ha sido el elegido por el entrenador para encargarse del lateral derecho, una posición que conoce mucho más que el costado izquierdo en el que no estuvo nada cómodo el lunes ante el Girona. Su movimiento deja una vacante en el centro de la defensa para que Júnior Alonso se estrene en su posición natural formando tándem en esta ocasión con Néstor Araujo, el único que mantendrá su posición con respecto a los cuatro partidos anteriores. Juncà, recuperado de su lesión, vivirá su primer partido oficial con la camiseta celeste. Todo en una línea de cuatro zagueros que el entrenador argentino no utilizaba desde el primer partido ante el Espanyol.

En esa contienda Brais Méndez vivió su única titularidad hasta el momento, una situación que podría repetirse hoy con independencia del dibujo de Mohamed para el centro del campo. El mosense podría partir desde la derecha en un 4-4-2 o actuar en la media punta con un 4-2-1-3.

El Valladolid, que no puede contar con los lesionados Joaquín Rodríguez, Verde y Luismi tiene como reto de inaugurar su casillero de goles y seguir puntuando a domicilio como hizo en las salidas a Girona y a Getafe. Unal y Cop, los dos delanteros, estarán en el centro de todas las miradas.

La ecografía desvela que Hugo Mallo sufre una elongación en el bíceps femoral

Hugo Mallo comenzó el entrenamiento con el resto de sus compañeros en la mañana del viernes en el estadio de Balaídos, pero llevándose la mano al bíceps femoral de la pierna izquierda en todo momento. Finalmente, quedó descartado para el encuentro y más tarde el club informó de la prueba realizada: «La ecografía ha revelado que el jugador gallego sufre una elongación en el bíceps femoral izquierdo, lesión que le impedirá participar en el partido de Liga de este sábado», indicaba la página oficial del club, sin estimar tiempo de recuperación.

Antonio Mohamed le restó importancia. «Por prevención Hugo no va a jugar. En el entrenamiento del viernes le hicimos una prueba y lo mejor es que descanse, que no juegue contra el Valladolid», indicó el técnico. El principal hándicap para contar con Hugo Mallo es que el próximo partido ya se disputará el miércoles 26 en Mestalla.

Ausencias

Además de Hugo Mallo, el Celta tampoco puede contar con Gustavo Cabral, que cumple el partido de sanción tras las dos amarillas ante el Girona. Sus bajas son cubiertas en la lista de convocados por Jensen y Juncà.

Continúan sin contar Mazan, Hjulsager, Jozabed y Radoja, además de Kevin. De todos ellos solo el lateral eslovaco en una ocasión fue al banquillo.

Inteligencia y paciencia, la pócima de Mohamed

El Celta aprendió la lección de la derrota en Montilivi, al menos eso es lo que percibe Antonio Mohamed: «Después de la derrota sintió el impacto y reconocimos los errores que tuvimos para volver a jugar bien y a ganar».

Una enseñanza que le debe llevar ahora a tomar las precauciones necesarias ante un Valladolid que llega con las cartas marcadas y que exige una descomunal dosis de paciencia: «El partido va a tener una carga psicológica en la paciencia. Necesitamos jugadores muy técnicos para poder resolver situaciones que van a presentar los rivales. Necesitamos gente que desequilibre y tenga visión de campo».

Uno de los argumentos del Valladolid para marcar su primer gol es el balón parado, la vía por donde el Girona marcó por partida doble. Para evitarlo anuncia un cambio en las coberturas el técnico argentino: «Estuvimos hablando el tema de los bloqueos y de hacer cambio de marca para que sea un poco más mixta», ante un rival que Antonio Mohamed define como «un equipo que hace repliegue en su campo, que tras pérdida se repliega rápido. Creo que su plan va a ser defender muy bien para después poder sorprendernos a nosotros, por eso debemos evitar pérdidas innecesarias».

Frente a esta situación el preparador argentino espera a un Celta que juegue en campo rival de un modo permanente y que sea inteligente para evitar pérdidas de balón que desemboquen en algún contragolpe. «Debemos provocar que nuestros futbolistas se midan mano a mano con el rival, es la mejor manera para desequilibrar, por eso hay que tener inteligencia y paciencia para saber madurar el partido».

Por otra parte, Mohamed habló de su desembarco en la competición y en el fútbol del viejo continente: «Estoy conociendo a todos. Me estoy empapando de todo. Soy una persona bastante frontal, no oculto casi nada. Esto para mí puede ser un trampolín o un tobogán. Si triunfamos en el Celta tendremos muchos lugares para crecer y si no nos va bien volveremos a donde venimos».


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