El recuerdo imborrable de Rubén en Pucela

El céltico Rubén Blanco recordó en una entrevista a los medios oficiales del club su partido debut con el primer equipo del Celta, que se produjo en el escenario al que regresa este fin de semana, Valladolid. «Viajaba con el primer equipo porque Sergio estaba lesionado y casi llegando al final de la primera parte se lesiona Javi, tengo que salir, fue rápido y tuve nervios, pero por fortuna salió todo bien y todos los recuerdos son bonitos», rememora.

Reconoce que «no era consciente» de lo que realmente se estaban jugando. «Sabía de las trascendencia, pero no dejaba de ser un niño y viéndolo con perspectiva estoy seguro de que no era consciente de lo que verdaderamente nos jugábamos», reflexiona con el paso del tiempo. En estos años, además, ha tenido la «suerte» de aprender de Javi Varas, Sergio y Yoel. «Casi siempre era el más joven e intentaba fijarme. Mi agradecimiento para ellos».

De aquel año ahora todo son buenos recuerdos pese a vivir «momentos fastidiados por las pocas posibilidades de salvación». El día del partido contra el Espanyol -la siguiente jornada, en la que se estrenó en Balaídos-, enfatiza, fue «fundamental» el apoyo de la gente. «El celtismo creyó y pocas veces recuerdo el estadio así. Fue maravilloso». Ese día, todavía desubicado a la conclusión del encuentro, Javi Varas le dij: «Tranquilo, que esto solo acaba de empezar».

Convencido de que aquello fue la «primera piedra» para todo lo que el equipo hizo disfrutar a la gente en años venideros, incide en que sin la afición no hubiera sido posible y agradece la nueva movilizacion este curso para ir a Valladolid. «No es fácil, para mucha gente supone un esfuerzo económico. Hay que valorarlo porque te hace ver que el Celta tiene una afición espectacular», reivindica. Y añade: «No podemos estar contentos con la situación, pero si damos lo mejor vamos a conseguir salir de esa mala dinámica».