Nemanja Radoja, un caso único
Grada de Río
Ningún otro futbolista de Primera pasará un año en blanco por decisión de club
07 Feb 2019. Actualizado a las 14:03 h.
Ni un solo partido, ni un solo minuto, ni una sola convocatoria. Cerrado el mercado de fichajes de invierno, Nemanja Radoja es el único futbolista que, siendo jugador de campo, sin estar lesionado y teniendo ficha de primer equipo, presenta estos números en la Liga española. Además, y salvo un giro del todo improbable, el serbio va a completar así la temporada, algo inédito para un futbolista en el club vigués al menos en tiempos recientes. Es el coste que ha tenido para él, que acaba su contrato en junio, no querer renovar.
Nemanja Radoja cumplía ayer 26 años en medio de su quinta y más atípica temporada en Vigo. Una campaña en la que por decisión del club, entrena con sus compañeros, pero está condenado a ver un partido tras otro desde la grada sin la más mínima esperanza de entrar. Mohamed argumentaba que había comenzado tarde la pretemporada y eso le hacía estar por detrás de sus compañeros, pero Cardoso optó por decir la verdad desde el principio: era un tema de club que le había venido dado.
Tampoco Mouriño ha eludido la cuestión en sus últimas comparecencias. Tanto en la junta de accionistas como en la comparecencia de la semana pasada defendió la decisión utilizando el mismo argumento: que prefieren dar minutos a jugadores jóvenes con futuro en el club -caso, por ejemplo, de Beltrán- que a uno que a final de temporada será historia celeste. Aunque casi ha comenzado a serlo antes.
Radoja parecía llamado en principio a ser un caso similar a los de Jonny y Sergi Gómez. Se daba la misma circunstancia de que finalizaban sus vinculaciones con el club el próximo 30 de junio y que ya las conversaciones fallidas para las respectivas renovaciones se daban por agotadas. Sin embargo, a los tres se les ofreció incorporarse más tarde para buscar una salida y fue Nemanja el único que se agarró a esa opción y no se presentó el día que Mohamed había convocado al grueso de la plantilla.
Pero en ese intervalo tampoco cerró un nuevo destino y se plantó en Vigo dos semanas después. Para entonces, pareció que la posibilidad de renovar volvía a abrirse. Incluso se le vio conversando con el director deportivo, Antonio Chaves, sonrientes ambos junto con Ratkovic a las puertas de A Sede, en plena calle de Príncipe. Finalmente, el acercamiento no pasó de ahí.
En todo este tiempo, Radoja nunca se ha pronunciado. Todas sus manifestaciones públicas se reducen a una discreta cuenta de Instagram -la primera publicación es de octubre y no llega a los 700 seguidores, entre los que están varios compañeros de equipo- donde cuelga fotos y en alguna ocasión incluso una historia desde la grada de Balaídos en un partido del equipo, pero sin ningún tipo de comentario o manifestación sobre su situación.
El caso de Álex Remiro
Hasta hace unos días, sí quedaban más jugadores con protagonismo inexistente en varios equipos de Primera, aunque por decisión técnica y no como en su caso. Todos ellos abandonaron los respectivos clubes a excepción de uno, el guardameta del Athletic Club Álex Remiro, que además también acaparó el foco por cuestiones extradeportivas el pasado verano.
El tercer portero del Athletic Club se negó a renovar su contrato por no estar de acuerdo con la oferta económica que le proponían antes de comenzar la temporada. Pasado el tiempo, el cambio de directiva pareció acercar posturas y en enero estuvo a punto de salir al Huesca, pero el club ponía como condición una renovación que, de nuevo, no llegó. En todo caso, la situación no es la misma, ya que no hay una decisión de club que implique dejarle fuera y, de hecho, las molestias de Unai Simón hacen que se hable de su posible presencia en la lista el próximo fin de semana.
Años en blanco celestes
Los últimos casos de años en blanco en el Celta fueron los de Borja Oubiña y Samuel Llorca, en ambos casos debido a que sufrieron graves lesiones. Quitando estos motivos, hay que remontarse a las situaciones que vivieron Sergio Ortega y Edu Moya, que tampoco entraron en una sola convocatoria, pero que se fueron en invierno. Carlos Vela, por su parte, no tenía ficha y por eso nunca disputó un partido oficial.