La Voz de Galicia

Maxi-Mina, operaciones independientes

Grada de Río

La Voz VIGO

El Valencia quiere llevarse al delantero uruguayo, pero antes debe vender a Rodrigo; y la opción de repescar al canterano céltico sería otra negociación siempre que los chés accedan a traspasarlo

03 Jun 2019. Actualizado a las 05:00 h.

La locura del mercado irrumpe con fuerza para el Celta con la llegada del mes de junio. Maxi Gómez sigue siendo el hombre en el punto de mira, ahora con el Valencia muy interesado en hacerse con sus servicios, pero el conjunto ché antes debe vender a Rodrigo antes del 30 de junio para hacerle sitio y tener recursos económicos para poder llevarse al todavía céltico.

Una de las opciones que ha trascendido era la posibilidad de meter a Santi Mina, canterano del Celta vendido a los ché por 10 millones de euros en su día, en la operación para abaratarla, pero las dos partes apuestan más por negociaciones independientes. De entrada, porque desde Valencia apuntan que no está del todo claro que Marcelino no quiera contar con el vigués como tercer delantero después del excelente rendimiento de que le dio esta temporada. Otra cosa es que el Valencia necesite meter a Mina en la operación para poder alcanzar el precio que pide el Celta.

El efecto dominó preside la operación. El Valencia, aunque no lo admita en público, asume que se va a desprender de Rodrigo (también con pasado en la cantera del Celta) y lo tiene que hacer antes del 1 de julio para cuadrar las cuentas. Su precio de salida se barrunta en Valencia en 30 millones de euros.

Para tapar la baja de Rodrigo, el cuadro que dirige Marcelino baraja una terna de delanteros en donde Maxi Gómez es el mejor colocado. Y en su sondeo el cuadro ché ha encontrado casi todo a favor. La predisposición del jugador, que después de dos mercados resistiendo en Vigo asume que ha llegado el momento de dar el paso, y la predisposición del Celta, que después de no poder renovarle como era su deseo, asume que es el momento de hacer caja por un jugador que costó cuatro millones de euros y que tiene una cláusula de 50 millones, que no será el precio final de venta, pero que no debe andar muy lejos.

En este escenario se puede incorporar un tercer actor, Santi Mina. Porque la compra o el trueque abarataría la opción ché de comprar al charrúa. Según la Radio Galega el equipo de Mestalla estaría dispuesto a pagar 25 millones una cantidad del todo insuficiente para un futbolista de 22 años que ha firmado dos años magníficos en el fútbol español. De ahí que incorporar a Santi Mina podría hacer viable la operación.

Futbolísticamente el regreso del que fuera delantero céltico formado en A Madroa parece un acierto porque eso le facilitaría al Celta tener tres delanteros de perfiles diferentes siempre que el Toro Fernández pueda salir en tiempo y forma de Uruguay. El ariete cedido en Peñarol sería el sustituto natural de Maxi (tanque, goleador y corpulento), Iago Aspas podrían la magia y el liderazgo y Santi Mina la velocidad y una opción de caerse a banda en caso de necesidad.

De darse las dos opciones, aunque sean en negociaciones diferentes, el Celta solucionaría un problema y cumpliría un anhelo. Maxi Gómez está feliz en Vigo y todavía tres años más de contrato, pero hace la falta de relaciones con Stellar Group, su agencia de representación y que acompañado de su hermano declinase una oferta de renovación invitan a pensar que su cabeza comienza a estar en otro sitio. Eso sí, echó mucho de menos a Iago Aspas durante su lesión y en el destino que elija no estará el moañés a su lado. Hay que recordar que el Celta tiene el 80 % de su pase y que el 20 restante es del Defensor Sporting uruguayo, su equipo de referencia.

Con el regreso de Mina se alimentaría esa teoría de Carlos Mouriño de intentar recuperar a todos los canteranos que en su día tuvieron que ser vendidos por motivos económicos, como fue su caso o el de Denis Suárez.

Uno de los hándicaps para el regreso del vigués podría estar en la grada. El celtismo le ha silbado en más de una ocasión cuando volvió a Balaídos.

 


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