El clan danés, en la encrucijada
Grada de Río
Jensen, Hjulsager, Pione Sisto y Emre Mor han tenido escaso protagonismo y su continuidad en el Celta dependerá en gran medida del mercado
16 Jun 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Hubo un tiempo en donde los jugadores daneses eran considerados los pilares del Celta. Lo fue Krohn-Dehli en su día y después de sustituyó Daniel Wass y la irrupción de Pione Sisto fue igual de ilusionante, pero el caladero escandinavo del conjunto vigués parece que ha entrado en vías de agotamiento. Sumando los minutos de Jensen, Hjulsager, Pione Sisto y Emre Mor no alcanzan los 2.000 en toda la liga y ninguno de ellos tuvo la condición de titular. El nacido en Uganda en el inicio del campeonato, antes de que los personales le empujan al banquillo. Con esta decoración su futuro en el Celta del próximo curso está en el aire y dependerá en gran medida de las opciones de mercado.
Por el momento el viernes se conoció que Mathias Jensen fue ofrecido al Wolfsburgo de la Bundesliga alemana, aunque en la misma información se indicaba que no era la primera opción para reforzar el centro del campo del equipo alemán. El danés inicia mañana su periplo en el Europeo sub-21 con su selección y de su rendimiento pueden depender muchas cosas. La primera, intentar convencer a Fran Escribá, que apenas le ha dado minutos desde que se hizo cargo del banquillo. La temporada pasad jugó unos paupérrimos 235 minutos, y muchos de ellos en banda, en donde su rendimiento baja sustancialmente. Con Dinamarca actúa como mediocentro organizador, un lugar que en Vigo parece copado.
El segundo nombre que ha asomado en el mercado es el de Emre Mor. Al turcodanés siempre se le relaciona con equipos de la liga turca y en esta ocasión el primer nombre que sonó fue el del Besiktas, pero al mismo tiempo desde Turquía se apunta que cualquier negociación sería muy a la baja: un máximo de tres millones por la compra o una cesión con opción de compra. La primera posibilidad parece irrisoria teniendo en cuenta que le costó al Celta 13 millones hace dos años, pero también es cierto que el futbolista ha sido más noticia fuera que en el campo, en donde jugó 235 minutos repartidos en diez partidos, cuatro de ellos como titular. No jugó un minuto desde mediados de abril.
Un problema para que el Celta le dé salida es que su mercado parece reducirse únicamente a la liga turca. Además su caché es el segundo de la plantilla que más cobra, tampoco allana el camino.
La devaluación de Pione
La situación de Pione Sisto tampoco es nada positiva. El que parecía ser jugador franquicia para una gran venta al fútbol inglés, por sus características, ha desaparecido del mapa. La temporada pasada comenzó de la mejor manera pero los problemas personales le terminaron por convertir también en un jugador testimonial, sin incidencia ninguna en el juego y en el equipo. Acabó con 835 minutos repartidos en 25 partidos, ocho de ellos saliendo de inicio. Con respecto a la campaña anterior perdió más de 1.600 minutos.
Andrew Hjulsager ya salió cedido en una ocasión pero la experiencia de Granada no cuajó. Ahora todo indica que el club le buscará una salida después de que tampoco participase a lo largo de la temporada (350 minutos), siendo uno de los habituales descartes y que solo fue titular en dos ocasiones (la última ante el Leganés).
Cualquiera de los cuatro podría salir este verano, pero no está claro que lleguen ofertas.