Pape para armar el centro del campo

Pape Cheikh ya está oficialmente de regreso. Al menos por un año, Pantera -como lo bautizó Berizzo- volverá a vestir de celeste convirtiéndose en el tercer protagonista de la Operación retorno que el Celta ha realizado este verano. En total, con el jugador nacido en Senegal pero que llegó a A Madroa en edad cadete ya son once los canteranos con ficha del primer equipo.

El Olympique de Lyon hizo públicas las condiciones del préstamo, explicando que el Celta debe abonar medio millón de euros por el préstamo y se reserva una opción de compra de nueve millones a lo que se podría agregar uno más con incentivos. Los franceses se reservarían en ese caso un 10 % de una futura venta del jugador. Los vigueses, esperan disponer del tránsfer antes del sábado para que pueda ser alineado ante el Real Madrid en el estreno liguero del sábado. Jugaría un partido oficial antes de ser presentado el lunes por la tarde en Balaídos.

Pape, que se convierte en el sexto fichaje, pasó reconocimiento médico por la mañana y ya estuvo en Balaídos en la sesión matinal de entrenamiento, pero fue por la tarde cuando el Celta hizo oficial el préstamo. «Once canteranos en el primer equipo, cifra imponente que llena de orgullo al celtismo. Pape Cheikh regresa a casa y, tras el retorno de Santi Mina y Denis Suárez, redondea esa alineación de jugadores de la cantera en el Celta», comentó el club, que presenta al retornado como «un jugador de gran despliegue físico, con una gran potencia en la conducción, precisión en el pase y una enorme capacidad para presionar con firmeza y recuperar balones. Futbolista con mucha calidad con el balón e intuición, fuerza y decisión sin él».

Poco después, el futbolista hacía su primera declaración como celeste en sus redes sociales: «Parte de mi corazón siempre estuvo aquí y hoy vuelve a latir con vosotros. Me siento afortunado por regresar a Vigo, por volver al Celta, al club que me dio todo, al lugar donde siempre me sentí amado. Gran orgullo por vestir de nuevo azul celeste».

El Celta buscaba una alternativa al lesionado Okay para dotar de músculo el centro del campo y Rubén Blanco, el portero céltico, piensa que su compañero en la factoría de A Madroa reúne el perfil: «El club y el míster tenían una idea bastante clara de lo que querían firmar y creo que Pape reúne todas las características que buscaban y a partir de ahí es el entrenador el que debe decidir si va a jugar más adelantado o más atrasado». En su etapa de formación en el Celta era un todoterreno del medio campo, capaz de jugar en todas las posiciones, y con Berizzo en el primer equipo, nunca fue el pivote de contención (papel que le correspondía a Radoja de un modo habitual).

Con el fichaje de Pape, no hay línea de la primera plantilla sin un jugador de la casa. «En casi todas las posiciones hay gente de casa y ese es un mensaje claro para la gente de abajo. Llegar no es fácil y no regalan nada pero se puede llegar al primer equipo», comentó también Rubén.

En estos momentos hay cinco centrocampista específicos, todos ellos de características diferentes: el lesionado Okay es el más defensivo, Lobotka tiene el don de la conducción, Beltrán aporta dinamismo y trabajo, Pape fuerza y calidad, y Jozabed último pase. No obstante todo apunta que el sevillano tiene los días contados en Vigo y el Girona de Unzué, que le dio bastante protagonismo, podría ser su destino. Después de tener bastantes minutos durante el verano ya no disputó minuto alguno en el Memorial Quinocho. Ayer entrenó en Balaídos.

Con el anuncio de Pape, al Celta le queda completar la plantilla con algún jugador de banda (un perfil que en estos momentos no existe dentro del vestuario). Nolito, que rechazó una oferta para irse al fútbol chino, sigue siendo una de las opciones al estar cada vez más copada su demarcación en el Sevilla.