Calidad e implicación como tarjeta de presentación
Grada de Río
Denis Suárez brilló en el primer partido de la temporada
19 Aug 2019. Actualizado a las 05:00 h.
El inicio del campeonato significó la puesta en escena de la mejor versión de Denis Suárez, que ocho años después volvió a defender los colores del Celta (en el 2011 era del filial) en un partido oficial. El 6, partiendo desde la banda izquierda, mostró compromiso, implicación, calidad y decisión para encarar, un catálogo que apenas había podido exhibir en los últimos años en el Barcelona y en el Arsenal.
Denis se estrenó con el primer equipo céltico con derrota y una tarjeta amarilla, pero el resto de los números son un guiño a la ilusión. Estuvo certero en el 93 % de los pases que realizó (55 de 59) y tres de ellos fueron de los denominados clave. Dos buscando a Iago Aspas, con el que se asocia cada vez mejor. Además, sacó de un modo magistral la falta que cabeceó Araujo y que sacó de un modo milagroso Courtois.
El de Salceda también se atrevió con el regate. Lo intentó en nueve ocasiones y salió vencedor en cinco intentos (56 %) y en tareas defensivas recuperó dos balones. De hecho el gol anulado a Brais nace de una recuperación suya tras asfixiar a Odriozola.
Curiosamente su mejor actuación y estadística llegan un partido después de que Fran Escribá se inventase el 4-4-2 en rombo para pasar al exbarcelonista a la media punta y liberarle de una posición que parecía incómoda partiendo de la banda siniestra.
La ubicación y su buen partido ante el Real Madrid nada tienen que ver con un cambio de posicionamiento ortodoxo del céltico. Como de costumbre, Denis arrancó en la izquierda pero visitó el carril central con asiduidad. Le faltó atreverse con el disparo. No lo intentó en ninguna ocasión.
Su partido ante el Real Madrid debe suponer un soplo de confianza para Denis, que no jugaba un encuentro completo desde el 5 de diciembre del pasado año. Fue en la Copa del Rey con el Barcelona ante la Cultural en León. Aquel día el de Salceda marcó por partida doble, pero a continuación desapareció del mapa de Valverde y acabó el curso en el Arsenal, aunque las lesiones apenas le dejaron intervenir.
Como celeste, para encontrar un partido oficial hay que viajar en el tiempo hasta el 8 de mayo del 2011 cuando disputó los últimos 21 minutos de un Celta B-Vecindario que acabó con victoria local por 3-2. Ningún otro jugador de aquella formación que dirigía Milo Abelleira llegó al primer equipo. Denis lo hizo casi ocho años después y tras un largo recorrido por Manchester, Sevilla, Villarreal y Barcelona. Ahora con 25 años está de regreso a casa para recuperar el tiempo perdido. Y por lo visto en la primera jornada, pretende hacerlo a la carrera.