Recompensa por no rendirse nunca

La evolución de Fran Vieites (Pontecesures, 1999) en estos últimos años ha sido brillante. El guardameta llegó a Vigo hace cinco veranos con la ilusión de algún día llegar a donde hoy se encuentra. Pues la realidad es que el pasado fin de semana se enfundó los guantes ante el Internacional de Madrid y se estrenó en la portería celeste en Segunda B. Eso sí, la espera fue larga. Hasta 34 convocatorias pasó en el banquillo sin saltar al césped, pero la ambición del canterano se mantuvo intacta durante toda la pasada temporada y recibió el premio en la primera jornada de liga.

El propio Fran define como «una sensación increíble» haber podido jugar su primer encuentro con el Celta B, y todavía es más satisfactorio si uno se para a pensar que estuvo todo un año en blanco viendo los partidos desde fuera. «Saber que el año pasado no iba a jugar es duro, pero compartir portería con un gran compañero como Iván me animó a seguir trabajando y no rendirme», comenta.

La cabeza en un deportista juega un papel fundamental y puede llegar a desestabilizar a cualquiera, bajando así su rendimiento. El puesto de portero es una demarcación distinta al resto, la soledad está presente en su día a día. Para Fran también fue complicado no entrar en ningún once, pero «tener ambición» fue su secreto para no desestabilizarse.

La pérdida de confianza por la falta de minutos también es algo habitual, y más en los porteros porque un error condena todo el partido. «Por la cabeza pasan muchas cosas a lo largo de la temporada. El psicólogo el año pasado fue muy importante. Tienes días, pero la fortaleza mental está en no rendirse», explica.

El curso pasado asumió su rol de suplente de Iván Villar, pero la llegada de un internacional sub-19 como Álvaro Fernández asegura la competencia en la portería del filial. Fran tiene claro su cometido y se centra en el progreso gracias al trabajo diario: «Este año quiero seguir aprendiendo del fútbol de los hermanos Montes y hacer mi trabajo lo mejor posible cuando juegue. Quiero ayudar al equipo a sacar el mayor número de puntos posible».

Reconoce que «tenía claro que iba a ser un año duro pero nunca me planteé una salida» y admite que el Celta confió en él «desde que llegué a juveniles». Fran fue convocado con el primer equipo antes de debutar con el filial, y confiesa que defender el escudo de su club en Balaídos «siempre ha sido mi sueño».

Además, confía en que Jacobo Montes le pueda volver a dar la oportunidad de ponerse bajo palos en Barreiro contra el Melilla el sábado a las 12 horas: «Espero que el míster me siga dando la oportunidad de disfrutar de minutos para estrenarme en casa».