«Nuestra propuesta fue mejor, pero no sirvió de nada»

El técnico del Celta, Fran Escribá, comentó tras el partido de Ipurua que fueron ellos los que perdieron un partido que no fue tan diferente a lo que preveían. «El plan de partido salió el que esperábamos, un equipo que las ocasiones que tuvo en la primera parte fueron a balón parado, de juego prácticamente nada. Nosotros tampoco tuvimos muchas, pero sí algún acercamiento más tocando», indicó.

«Perdimos nosotros más que ganaron ellos», sentenció Escribá, que comentó que con Rafinha mejoró el equipo. «Abrimos mejor a banda, mejoramos en juego, tuvimos más llegadas cerca del área, pero en lo que es definición, volvimos a fallar», valoró. Precisamente sobre los cambios rechazó que los mediocentros quedaran señalados. «Si hubiéramos ido ganando sacaríamos a alguien de fuera, de arriba, interiores o delanteros. Pero perdiendo queríamos frescura. Pape tiene mucho más ritmo y Rafa aportaba fútbol y llegadas, más control. En eso mejoró el equipo», incidió.

Entiende el técnico valenciano que su equipo generó «ocasiones claras al final y siguió llegando», además piensa que «si se hace una lectura condicionada por el resultado es mala, pero si se hace de todo el concepto del fútbol, no es buena, pero tampoco tan negativa», defendió. Preguntado al respecto dijo que no quería quitar méritos al Eibar. «Las cosas que hacen las hacen bien: centros laterales, balón parado... Lo defendimos bien. No recuerdo que nos remataran con claridad, los de Orellana fueron directos», indicó sobre los dos córneres consecutivos que sacó el excéltico.

Aludió también Escribá a un problema de riego que hizo que el campo estuviera seco y marcó algunas acciones protagonizadas por Aidoo y Néstor. «En tan malas condiciones hablamos de jugar fácil, pero no lo hicimos en esas dos acciones», apuntó. «A veces contamos cualquier robo como buena presión y a veces nos liamos nosotros solos con el balón. Cometimos errores que nos hicieron salir derrotados y errores en la definición que hicieron que no pudiéramos marcar».

Escribá, preguntado por Iago Aspas, comentó que «quien lo conoce sabe que es visceral, siente cualquier partido como hay que vivirlo y esa ansiedad puede transmitirse», pero no lo ve nervioso ni ansioso, como tampoco al resto del equipo, aclaró. «Estamos desacertados en la finalización, en el último cuarto de campo. Nos faltaron los últimos 20 metros, pero el partido estuvo nivelado y la propuesta de fútbol fue mejor por nuestra parte pero no sirvió de nada».

Aseguró que se siente tranquilo, que su única preocupación es el Athletic de Bilbao y que el equipo se centrará desde ahora en ese partido. «Es lógico que se hable (del juego del equipo y los resultados) como se exageran las cosas para lo bueno. Tenemos que aislar al vestuario, centrarnos en lo que hicimos mal y preocuparnos del Athletic», dijo. Lo de fuera es «ruido lógico y comprensible».