La Voz de Galicia

Un cambio de ritmo para empezar

Grada de Río

x. r. c., m. v. f. vigo / la voz

La recuperación del Celta en ataque pasa por ser un equipo más vertical y profundo, que sea capaz de abrir el campo y en donde Iago Aspas debe adquirir más protagonismo

04 Oct 2019. Actualizado a las 05:00 h.

Un cambio de ritmo, abrir más el campo explotando la bandas y sobre todo un juego más dinámico y vertical en donde Iago Aspas tenga más protagonismo. Estas son alguna de las soluciones dadas por los entrenadores consultados para buscar una salida al atasco del Celta. En cuanto al sistema, hay división de opiniones sobre la necesidad cambiar el habitual 4-4-2 buscando un dibujo que se ajuste más al perfil de una plantilla en donde consideran los técnicos que hay muchos jugadores del mismo perfil y sin embargo se sigue echando de menos la presencia de extremos puros. Cambiar un juego tan previsible por la capacidad de sorprender al rival son otros puntos a tener en cuenta. Hay quien habla también de un problema de actitud.

¿En dónde reside el problema del Celta?

El origen de los problemas de juego del Celta desata tantas opiniones como consultas. Milucho Alonso, un clásico de los banquillos gallegos y el cazatalentos del Villarreal en la zona, considera que el conjunto vigués «ten moitos xogadores repetidos e un plan A moi claro e sen embargo non pode executar un plan B porque lle faltan xogadores doutras características. O Celta ten un déficit moi grande de futbolistas de banda». Además, la tendencia de querer llegar siempre con el balón al área rival le convierte en un equipo más fácil de defender. José Luis Mosquera, extécnico celeste, habla de un «estándar de xogo moi simple e moi plano» y demasiado previsible para los equipos rivales, mientras otro excéltico como Antonio Gómez lo achaca a «un problema de concepción de fútbol que tienen los futbolistas. Hay una frase que dice que no es lo mismo jugar bonito que jugar bien, y el Celta no juega bien al fútbol». Moncho Carnero también pone el foco en la plantilla: «El problema está en la actitud, la plantilla no está dando el nivel que tiene por circunstancias. Los futbolistas tienen mucho más que dar». Pichi Lucas, otro clásico, no se moja: «El equipo genera dudas porque le cuesta manejar los partidos con criterio, pero hay que tener paciencia y buscar un punto de arranque».

 

¿Cuál puede ser la solución?

«A solución pasa por un cambio de ritmo en ataque. Ten que deixar de xogar ao ancho e ir máis ao longo e incorporar a máis xente de ataque porque se ve unha lagoa enorme. Cando un equipo que lle cambia de ritmo o Celta non ten resposta», comenta José Luis Mosquera avalando una idea que comparten muchos ya que el ritmo pausado (actual) del Celta le convierte en un equipo bastante previsible. Milucho sostiene que los celestes deben «abrir moito máis o campo e xogar moito máis por banda». Carnero, sin decirlo explícitamente, apunta a un cambio de actitud: «Para mí tenemos dos fases de defensa: repliegue y defender desde posiciones retrasadas o si hay una pérdida presión alta para romper cualquier contra. Y el Celta no está haciendo ninguna de las dos cosas, con lo que los rivales llegan como quieren y es un fútbol de mentira con 60 o 70 % de posesión sin casi tirar a puerta. La solución es que se pongan a las órdenes del entrenador y acaten lo que les diga». Antonio Gómez considera que el empate postrero ante el Espanyol resultó negativo porque «de perder se le habrían visto las orejas al lobo, pero el partido ya fue malo y el juego el mismo de Eibar». Para cambiar la dinámica reclama profundidad: «El equipo tiene que ser más dinámico y vertical. Creo que el modelo de juego todavía está a medio construir».

 

¿Necesita el equipo un cambio de sistema?

El dibujo de este Celta es permanente foco de debate entre todos los estamentos, pero tampoco un aspecto fundamental para explicar el mal momento de juego. «El cambio de sistema puede ser una solución, pero al final es algo anecdótico, el dibujo es un mero formulismo porque cuando tienes el balón tienes que hacer de una manera y cuando no de otra», indica Pichi Lucas. Antonio Gómez separa sistema y táctica «porque una cosa es la colocación de los jugadores en el campo y otra el modelo de juego que están llevando a cabo, eso es lo que tiene que cambiar». Moncho Carnero tampoco lo ve como algo esencial, pero «es cierto que el entrenador también puede ser flexible y cambiar». Mosquera hace sus apreciaciones en cuanto al dibujo: «O 4-4-2 non é malo se te enfrontas ao Madrid ou o Barcelona pero despois necesitas xogadores con máis profundidade e entón o sistema cambia. Os sistemas nos que hai máis liñas son os que favorecen ao ataque. Un cambio de sistema significaría maior profundidade. Iso vese contando aos xogadores que chegan á area contraria». Milucho Alonso considera que «coñecendo aos xogadores creo que o sistema é un 4-2-1-3 claro, porque ten futbolistas para xogar por dentro pero moi adiantados e cerca do punta, falta ese xogador que lle dea consistencia no medio campo aínda que Okay pode ser e logo xuntar con el a Beltrán ou Lobotka».

 

¿Debe jugar Iago Aspas con un nueve de referencia a su lado?

En este apartado hay opiniones encontradas. Antonio Gómez, por ejemplo, no ve que esa sea la causa de la falta de gol equipo y del moañés. «Iago ha comenzado mal la temporada pero no por el hecho de no tener un nueve al lado. Con Berizzo y en la selección jugaba en banda y dio un gran rendimiento. Simplemente no lo veo alegre y es posible que tenga que participar más en el juego». Pichi Lucas considera que le falta un punto de confianza «pero va a ser el que nos tiene acostumbrados y lo va a demostrar». En el otro bando se sitúa Milucho: «Iago necesita a ese tipo de xogador, a un nove que lle fixe os centrais e dispute os balóns con eles. Maxi facía un traballo para o Celta incrible e permitíalle a Iago ter moito máis movemento». «Con un dianteiro el séntese máis solto porque os centrais están máis pendentes no nove», añade Mosquera, que ve al Celta actual más predispuesto al contragolpe para aprovechar la velocidad de Santi Mina y el moañés. El que fuera jugador y técnico celeste, considera además, que Iago es el principal perjudicado del escenario actual, cuando desde su prisma la apuesta de juego debería tener muy cuenta la influencia del 10 en el equipo. Que el moañés acapare más juego debe ser la primera premisa.


Comentar