La primera piedra de un «proyecto vital» para el Celta
Grada de Río
El club, que prepara un acto para el 30 de noviembre, obvia el centro comercial en Tameiga en su relación de infraestructuras
22 Nov 2019. Actualizado a las 05:00 h.
El Celta colocará la primera piedra de su ciudad deportiva en el municipio de Mos el 30 de noviembre en un acto que anunció en la noche de ayer pero en su misiva habló de todas las edificaciones deportivas de las que consta el proyecto sin nombrar el centro comercial que pretende levantar en los montes de Tameiga y que es objeto de controversia debido a la oposición de los comuneros.
«El RC Celta afronta en apenas unos días una cita que marcará un antes y un después en la historia del club. El próximo sábado 30 de noviembre tendrá lugar el acto de colocación de la primera piedra de su nueva ciudad deportiva, un lugar que muy pronto será el hogar del primer equipo y de toda la cantera celeste», reza el comunicado de la entidad, que especifica que con este paso el club acelerará la construcción de «la primera fase de nuevo complejo que contará con dos campos de césped natural y un edificio que garantiza todos los servicios adecuados».
El Celta tilda el proyecto de «vital para el futuro de la entidad» y recuerda que contará con ocho terrenos de juego (cuatro naturales y otros tantos artificiales), una zona de tecnificación, otra de playa para rehabilitación, un estadio con capacidad para 4.000 espectadores (se indicó en su día que para el Celta B), pista de pádel y tenis, piscina, residencia, cafetería-restaurante, tienda del club, universidad del deporte, pabellón deportivo y gimnasio.
En este repaso a todas las edificaciones que pretenden levantar en Mos no aparece el centro comercial. Hay que tener en cuenta que el presidente Carlos Mouriño repitió en más de una ocasión que el proyecto es un todo y que no se entendía la inversión sin el área de negocios, pero al mismo tiempo la iniciativa ha encontrado una dura oposición en los comuneros de Tameiga, los propietarios de los terrenos, que ya han dejado claro que no están dispuestos a vender, entre otras cosas porque la ley de montes no lo permite.
La opción que fue aprobada en pleno fue la de la expropiación aunque la alcaldesa Nidia Arévalo (PP) se comprometió ante el consistorio a no llevarla a cabo. En la actualidad la aprobación inicial de la Modificación Puntual del PXOM, algo indispensable para el encaje legal de la obra, está en fase de alegaciones.