El parón obligado más largo para cinco célticos

El actual parón de Liga se prolongará durante un mínimo de dos meses y medio -acaba de consumirse el primero- según las previsiones. Esto significa que varios jugadores del Celta están viviendo el período más largo sin disputar un partido de fútbol de sus años como profesionales sin contar por ahora el descanso estival, aunque podrían llegar a superar incluso esos tres meses.

Se trata, en general, de jugadores que cumplen dos requisitos que van ligados en cierta medida: jóvenes y que no hayan sufrido lesiones importantes. Santi Mina, Brais Méndez, Fran Beltrán, Bradaric y Joseph Aidoo han tenido períodos sin jugar por lesión, sanción o decisión técnica, pero nunca han ido más allá del mes y medio o dos meses que ahora se verán superados con creces.

Desde la temporada 2014/2015, la de su consolidación en Primera con el Celta, Mina nunca ha alcanzado los dos meses sin minutos en competición. Sus ausencias más prolongadas, por lesiones, han rondado el mes. De hecho, este mismo año pasó en dos ocasiones por el parte, pero una vez fue en pretemporada y la otra le tuvo parado 21 días, estando sin jugar entre el 30 de octubre y el 24 de noviembre.

Brais, aunque con etapas de suplencia y pocos minutos desde su estreno con el primer equipo en la temporada 2017/2018, no ha conocido en este tiempo lo que es estar más de mes y medio sin vestirse de corto. Su parón más largo en estas tres últimas temporadas fue entre el 3 y el 27 de abril, coincidiendo con una lesión en el muslo. Este curso, estando disponible y por decisión técnica, pasó sin jugar del 9 al 29 de febrero, siendo suplente en los dos encuentros que hubo entre medias.

Pese a tener solo 21 años, para Beltrán esta era su cuarta temporada jugando con regularidad y sin parones significativos. Ya con el Rayo en las campañas 2016/2017 y 2017/2018 lo jugó prácticamente todo y en el Celta, aunque con etapas de suplencia o minutos desde el banquillo, sus mayores espacios de tiempos sin jugar no llegaron al mes. No jugó el en el Getafe-Celta, por lo que su último duelo fue el 29 de febrero.

Bradaric pasó un mes en el banquillo la pasada campaña y sus etapas más destacadas sin jugar, por lesiones que nunca revistieron gravedad o decisión técnica, rondaron siempre esa su duración en los distintos equipos por los que pasó en las siete últimas temporadas. Aidoo pasó el primer mes en el Genk sin jugar en la temporada 2017/2018, pero a partir de ahí apenas tuvo descanso y no constan problemas físicos que llevaran aparejados períodos largos de convalecencia a lo largo de su trayectoria.

Frenazos para el resto

El resto de futbolistas de la plantilla del Celta sí saben lo que es estar parados tanto tiempo como ahora o más. Hugo Mallo, Denis Suárez, Rafinha, Smolov, Néstor Araujo, Juncà, Toro Fernández y Juan Hernández sufrieron a lo largo de sus carreras lesiones que acarrearon largas convalecencias, lo mismo que Okay, que estuvo varios meses parado en el último año desde su lesión con la selección turca a finales de mayo del 2019 y su reaparición con el Celta el 21 de septiembre.

Aspas podría estar en la lista por sus años en el Celta si se tiene en cuenta su reaparición en falso en Getafe, pero en realidad estuvo prácticamente tres meses parado -del 22 de diciembre al 30 de marzo-. En su paso por el Liverpool experimentó lo que es pasar tiempo en el dique seco, el más prolongado, entre el 5 de octubre y el 4 de diciembre del 2013.

Una situación parecida a la de Aspas en el Liverpool la han tenido en el Celta en algún momento jugadores como Jorge Sáenz -sin minutos desde enero-, Kevin, Sisto o incluso Lucas Olaza a su llegada en el 2019, cuando tardó dos meses en debutar antes de afianzarse. A Jeison Murillo le pasó en el Barcelona (casi tres meses en blanco) y a Pape, además, de en Vigo, en Lyon.

Los tres porteros saben lo que es pasar largas temporadas sin jugar, aunque ahora mismo Iván Villar es el que acumula más tiempo sin hacerlo, desde el 2 de junio del 2019, la vuelta del play-out del Celta B ante el Alcoyano.