«A día de hoy, todo lo que no sea el Celta son hipótesis»

El Celta cerró un año complicado en lo físico y en lo anímico. Así se vio reflejado en la figura de su jugador emblema, su capitán. Hugo Mallo está a tan solo cuatro partidos de adelantar a un mito como Mostovoi y ser el jugador que más veces ha vestido la celeste en Primera. «Es el hombre récord del club», resume Quique de Lucas. El exfutbolista catalán, que dejó buen recuerdo en Vigo, ahora es agente y lleva al lateral de Marín.

Mallo no ha tenido una temporada tranquila con las lesiones. La irrupción de Kevin también le ha hecho sombra en un año, con pandemia por el medio, en el que no pudo afianzarse en el puesto como ha hecho casi siempre desde aquel verano de 2009 en que tiró abajo las puertas del primer equipo siendo un juvenil.

«Con el equipo que se hizo, los objetivos eran otros. Entiendo que la autocrítica se debe hacer y Hugo ha tenido unas lesiones que no le han permitido tener la continuidad si cabe esperada», explica sobre su representado. Entiende que en una temporada atípica en la que se sufrió más de lo esperado, el 2 del Celta decidió primar al club y al colectivo y por eso acabó jugando incluso lesionado.

La figura del capitán siempre es importante en el interior de un vestuario. En las tareas que pasan más inadvertidas es el que debe alzar la voz y tomar el mando ante situaciones de régimen interno. Por tanto, la capitanía no está solo para portar un brazalete. Eso lo sabe De Lucas, quien comenta que la situación de la pandemia, con la renegociación de contratos con el club, pasó factura a Mallo. «Como capitán ejerce unas funciones que trascienden lo deportivo. En un año donde ha habido un coronavirus y ha habido que negociar una serie de condiciones nuevas para todos, para los capitanes y Hugo en particular, el desgaste ha sido grande», cuenta.

Una competencia necesaria

Hugo Mallo también ha visto cómo otro canterano, Kevin Vázquez, le adelantaba por la derecha. La irrupción del lateral nigranés ha puesto las cosas más difíciles en un puesto que el marinense ha defendido en once temporadas sin apenas resistencia. Todos los compañeros que han pasado por la demarcación han acabado viendo los encuentros desde el banquillo, tras la alargada sombra de un futbolista que ya ha hecho historia con el club.

Cree De Lucas que el hecho de contar ahora con un recambio a la altura, capaz de ponerle las cosas difíciles al capitán celeste, puede hacer mejorar el rendimiento mostrado por Hugo. «Lo asume como siempre lo ha asumido, eso a él no le afecta. Al contrario, de hecho la competencia deportiva la necesita». Alude el exfutbolista que la ausencia hasta este curso de un perfil competitivo para pelearle el puesto a Mallo puede haberle hecho bajar la guardia. «La falta de competencia a veces te hace estancarte. Hugo es todo lo contrario, con competencia puede ser un jugador de selección española sin ningún tipo de problema», comenta.

¿Ofertas? Como cada verano

De Lucas es conocedor de que un perfil como el de su representado es algo valorado en un mercado de fichajes que será atípico. A eso se agarra el catalán para asumir que todo puede pasar con el lateral marinense aunque su futuro pase, a priori, por Balaídos. Y es que, en el fútbol, lo que puede ser remoto se vuelve real en poco tiempo. «Con Hugo pasa como casi todos los veranos. Es un jugador que rinde y siempre hay muchos clubes que preguntan por su situación. Él está contento en Vigo, tiene contrato y, hasta donde sabemos, el club está contento con él. ¿Que esto pueda cambiar? Pues a lo mejor, pero a día de hoy todo lo que no sea el Celta son hipótesis», dice dejando la puerta entreabierta.

De la evolución del mercado dependerá el futuro de un jugador histórico que solo ha vestido la zamarra del Celta. Hugo Mallo tiene contrato hasta 2023 y, con 29 años, supone un valor clave en un plantilla muy rejuvenecida.