La Voz de Galicia

José Fontán: «Viví mil momentos en este año, buenos y malos, y de todos aprendí»

Grada de Río

Míriam Vázquez Fraga vigo / la voz central del Celta y de la selección española sub-21

El canterano admite que quiere jugar más, pero no se ha planteado una cesión

13 Nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.

El central del Celta José Fontán (Vilagarcía, 2000) vive ilusionado su segunda convocatoria con la selección española sub-21 en un año en el que le ha pasado de todo. Sin los minutos que hubiera querido por ahora en el club, espera haber cubierto el cupo de lesiones para poder ganar protagonismo y, hasta el momento, no se platea una salida en forma de cesión.

—¿Esperaba esta llamada de la selección tras debutar en octubre?

—Tenía esa ilusión y, al final, se dio. Me había encontrado muy bien tanto en los entrenamientos como en los partidos y podía ser. Me siento muy cómodo en la selección porque a muchos compañeros ya los conocía de jugar contra ellos y el estilo me gusta.

—¿Da más valor a entrar en la primera lista tras suplir a un compañero lesionado en la anterior?

—Ni más ni menos, para mí las dos tienen el mismo. Yo nunca había sido convocado en las categorías inferiores y la primera vez fue como muy impactante que de repente contaran conmigo. Pero repetir también es muy especial.

—¿Son las concentraciones como imaginaba?

-Sí, más o menos. Es parecido a cuando te concentras con tu equipo en pretemporada, que estás todo el día pensando en fútbol: descansas, comes y entrenas. Similar a cuando fuimos nosotros a Marbella este verano.

—En poco más de un año ha debutado en Primera y en la sub-21, pasado a tener ficha arriba, ha pasado lesiones, el covid... ¿Cómo resume este tiempo?

—Viví mil momentos diferentes, buenos y malos, y de todos aprendí. Sobre todo fue eso: un período de aprendizaje. Al ser el primer año que estoy arriba, no dejo de aprender y creo que todo lo que voy viviendo me ayuda. Cuando se vuelva a dar una situación parecida a las que ya voy viviendo, voy a saber más fácilmente cómo actuar.

—¿Y qué balance hace en lo personal de lo que va de temporada?

—Es en la que más me he lesionado y eso ha influido mucho. Nunca había tenido dos lesiones en una misma temporada y en esta, me pasó en apenas dos o tres meses. Me falta coger ese ritmo. En pretemporada estuve muy bien, empecé jugando, pero luego vino la primera lesión, unas semanitas para coger ritmo y volví a caer otra vez. Espero haber cubierto ya el cupo.

—¿Cómo vive la competencia con Araujo, Murillo y Aidoo?

—Es súper sana. Tenemos muy buena relación entre todos y siempre nos estamos ayudando y corrigiendo para que el otro mejore y luego el míster decida.

—¿Le afectó el error ante el Cádiz?

—Fue un lance del juego normal, una carga que se puede pitar o no, pero tampoco lo vi como un error gravísimo. Al cobrar el penalti, es mucho más mediático y se le da más vueltas. Nunca me había pasado eso en el fútbol profesional, pero me considero una persona fuerte mentalmente y no creo que me haya afectado tanto. Hay que sobreponerse y aprender de todas las situaciones.

—¿Qué pensó cuando Coudet se refirió a su «error de juventud»?

—No estoy en su cabeza, pero igual que mucha gente interpretó que me señalaba, otros pensaron que me estaba defendiendo. Él habló conmigo más adelante y me explicó que para nada había querido señalarme, sino que su idea era disculparme.

—¿Se le ha pasado por la cabeza salir cedido en busca de más minutos?

—Por ahora no me lo he planteado, pero está claro que todo el mundo quiere jugar para ser mejor, incluso tienes más ganas. Quiero tener los máximos minutos posibles y nunca se sabe, pero por ahora no está en mi cabeza.

—¿Es difícil mantener los pies en el suelo para un canterano que empieza en el fútbol profesional?

—En ese aspecto, estoy muy tranquilo. Me lo transmitieron siempre así mi familia, mis amigos y mis agentes. Lo vivo con normalidad, no veo motivo para estar con la cabeza en las nubes.

—¿Influye en ese sentido que su hermano gemelo juegue en el fútbol modesto?

—Sí, mi hermano y muchísimos amigos con los que he jugado desde infantiles y en todos mis años en el Celta. Me encanta la Tercera y lo que ahora es Segunda RFEF, voy a verles siempre que puedo y a ver cómo les va. Soy súper fan del Arosa, donde juega mi hermano, me llevo muy bien con muchos jugadores y disfruto yendo a animarles.

«Aspas es súper cercano y me da muy buenos consejos»

Fontán cuenta que entrenar junto a Aspas es «fascinante». Pero mientras disfruta de tenerle al lado, se acuerda de todos cuantos le ayudaron a llegar hasta aquí. Y de cuando los milagros del moañés los celebraba desde la grada.

—¿Qué lectura hace de lo que va de temporada en lo colectivo?

—Todo el mundo tenía expectativas muy altas porque acabamos octavos peleando por Europa y hubo quien creyó que iba a ser súper fácil estar arriba. Pero la liga es muy competitiva, todos los equipos manejan muchos registros. Aunque nos costó arrancar, creo que en las últimas semanas tenemos mejores sensaciones y nos acercamos más a la versión del año pasado. Tengo confianza en que el empate frente al Barça sea un punto de inflexión.

—¿Cómo lo vivió en el banquillo?

—Fue muy chulo, una explosión de todo. Las cosas no estaban saliendo en la primera parte, el equipo remó, la afición respondió de manera increíble, porque es difícil para alguien que va al campo ver a su equipo verse perder tan pronto 0-3 y seguir apoyando. Ellos nos levantaron.

—Y Aspas volvió a responder.

—¿Qué voy a decir de Iago? Cuando metió aquel doblete contra el Villarreal, yo estaba en la grada y lo viví como el que más. Es increíble jugar a su lado y entrenar con él cada día. Encima, es súper cercano, muy buen tío, habla mucho conmigo y me da buenos consejos. Volvió a demostrar que siempre está ahí. No lo puedes dar nunca por muerto con la calidad enorme que tiene.

—¿Aún le cuesta creer que lo tenga al lado a diario?

—Con el paso del tiempo, lo veo más normal, pero es fascinante.

—¿Cuándo vio que el primer equipo era una opción real para usted?

—Cuando empezaba a subir a entrenar con ellos, no un entrenamiendo aislado, sino con más continuidad, y me notaba cómodo, pensaba que podía ser. Todos los chavalitos de la cantera soñamos con ello y cuando llegas, lo ves lejos, pero según pasan los años, te vas acercando. Siempre pensaba en dar más para poder estar ahí.

—Hace poco comentaba Jorge Cuesta que Carreira y usted se acordaron de él en la sub-21 en la anterior convocatoria, la primera para usted.

—Para nosotros es increíble estar aquí juntos después de conocernos con 14 años. Esto también es gracias a muchísimas personas que nos ayudaron a crecer y Jorge es uno de ellos. Estuvimos con él de Cadete B hasta juveniles, que se dice pronto. Quisimos hacerle ver que estamos muy contentos y le estamos súper agradecidos.

—¿Qué otros técnicos le han marcado en su carrera?

—En la base, Jorge, Cristian Fernández, Dani Fernández, Tizón, Salva... Muchísimos y todos muy buenos. Después, los hermanos Montes me dieron mucha continuidad en el B, Rubén Albés me hizo debutar siendo juvenil, Óscar me dio la oportunidad en Primera... De todos aprendí y tengo muy buenos recuerdos y con la mayoría sigo intercambiando mensajes.

—En octubre, Sergio Carreira estaba desde el principio y luego lo llamaron a usted; en esta convocatoria ha sido al revés. 

—Sí, con Sergio no es que fuéramos compañeros en el Celta, es que somos muy amigos desde el principio, siempre nos llevamos bien entre los dos. Cuando vi la lista, estaba súper contento de haber entrado, pero vi que él no estaba y pensé: «Qué putada». Pero al final volvemos a coincidir y estamos la mayor parte del tiempo juntos.


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