Augusto Solari: «He aprendido que hay momentos en los que tienes que esperar»
Grada de Río
El jugador del Celta califica de «positivo» su primer año en Vigo y quiere cumplir su contrato
31 Jan 2022. Actualizado a las 21:04 h.
Augusto Jorge Mateo Solari (Rosario, 1992) acaba de cumplir su primer año en el Celta. Lo hace con un balance positivo y asumiendo su rol pese a no disfrutar de la titularidad y tras superar una lesión que le tuvo parado más de un mes. El extremo argentino repite que está en Vigo para sumar y deja clara su intención de finalizar un contrato que le liga a la entidad celeste hasta junio del 2023. En lo colectivo, se apunta al partido a partido e insiste en que el Celta mereció más en la primera vuelta.
—¿Qué balance hace de su primer año en el Celta?
—Estoy feliz por estar en una institución como el Celta y muy contento con el grupo. El balance personal es positivo, aunque me tocó atravesar algunas situaciones de lesión imprevistas que me hicieron estar unos partidos afuera. De cara al futuro, quiero seguir creciendo y seguir ayudando al equipo.
—¿Esperaba en esta temporada estar luchando más por el puesto de titular?
—Uno compite por el puesto siempre en cada entrenamiento. Cada semana uno trata de hacer las cosas lo mejor posible y hay un entrenador que es el que elige. En este caso, me parece que Brais, que es el titular en mi posición, es un jugador que tiene unas condiciones increíbles y tanto el semestre pasado como este lo está haciendo muy bien y fue de los mejores de la liga. Uno también tiene que ver el plano completo y saber que me ha tocado ayudar en los partidos que he tenido y en mi cabeza siempre está el apoyar y el ser útil en el lugar que me toque.
—¿Tuvo en el semestre pasado un papel más activo con dos goles y dos asistencias?
—Puede ser. Desde las asistencias y los goles, por supuesto, y desde los minutos, creo que la lesión me mermó un poco la evolución que venía teniendo esta temporada. Pero uno vive con estas situaciones y hay que reponerse, adaptarse, trabajar para volver al ruedo y estar disponible para el entrenador.
—¿Esperaba jugar más en este tiempo?
—Uno siempre quiere jugar, pero también tiene que ser autocrítico y entender que hay un entrenador que busca lo mejor para el equipo y que es el que elige y que hay compañeros que también compiten por lo mismo y en ese caso, toca ayudar desde el lugar que te corresponda.
—¿En su carrera le había pasado algo parecido para hacerse con el puesto en algún equipo?
—A lo largo de mi carrera, he aprendido en que hay momentos en los que tienes que esperar. Cuando empecé, estaba en un club muy grande, con muchos jugadores, y no tenía tantos minutos. Luego pasé a jugar prácticamente todos los partidos en mi segundo club; en el tercero, en otro grande como Racing, me tocó empezar en el banquillo y luego pasar a jugar absolutamente todo. Son momentos y etapas que uno tiene que aceptar y dar lo mejor siempre, es la mejor forma de ser profesional. Aunque te toque jugar o no, tienes que entrenar, apoyar al equipo y al compañero que es el titular, porque esto no deja de ser un grupo y somos todos importantes.
—¿En algún momento se arrepintió de fichar por el Celta?
—La verdad es que no. Estoy feliz y contento, estoy en una liga altamente competitiva. A pesar de los minutos, yo siempre trabajo para darle al grupo una solución cuando me toca y ayudar.
—¿Qué le dice el Chacho?
—Siempre ha sido muy franco conmigo y trata de que aporte para el grupo y que me sienta bien cuando me toca competir. Siempre me ha apoyado y eso se lo voy a agradecer siempre.
—¿Qué pasó en la lesión para que resultara más latosa de lo que parecía?
—No fue una fascitis plantar común, tenía ahí una pequeña rotura y estuve bastante tiempo sin poder pisar bien, lo que me llevó a no poder correr ni tener impacto durante tres o cuatro semanas. En un principio parecía una fascitis pero con el paso del tiempo se determinó que era un poco más grave y llevó más tiempo.
—¿Tuvieron que cambiar el tratamiento?
—Es una lesión bastante atípica y el cuerpo médico de inicio creo que me quiso dar cierta tranquilidad porque saben como soy. Saben que no me gusta estar afuera y quizás lo hicieron para tranquilizarme a mí y luego fuimos también trabajando dependiendo de cuánto aguantaba el dolor al pisar. Al principio se me hacía casi imposible apoyar el pie al correr y entonces tenía que entrenar en la bicicleta.
—Tiene contrato hasta junio del 2023, ¿confía en cumplirlo?
—Por supuesto. Quiero seguir aquí apoyando y ayudando al grupo como hice anteriormente y que vayamos creciendo como equipo.
«Si bajáramos los brazos ahora, sería un gran pecado»
Augusto Solari se apunta a la teoría del Chacho Coudet: el equipo mereció más puntos en la primera vuelta. El futbolista también se decanta por la idea del partido a partido y piensa que no deben bajar los brazos, sino intentar luchar por las más altas cotas hasta que las matemáticas digan lo contrario.
—¿Cómo ve lo hecho hasta ahora por el equipo y qué espera de lo que queda?
—En la primera vuelta, por momentos hicimos muy bien las cosas que desde los números no se veían reflejadas, sobre todo en el capítulo de victorias. En casa tuvimos grandes actuaciones, pero siempre nos faltaba algún detalle. De cara a lo que viene, el equipo está muy bien, con mucha energía y esperemos hacer las cosas bien para escalar posiciones.
—Cuando escucha hablar de que Europa aún es posible, ¿qué piensa?
—Esta es una liga muy competitiva, con grandes equipos, nosotros luchamos por un objetivo común que es llegar a esas competiciones internacionales, no es fácil. Nosotros debemos seguir apostando a crecer y a soñar en busca del objetivo y no hay que darse por vencido hasta el tramo final. Si bajáramos los brazos ahora, sería un gran pecado.
—Parece que se han apuntado a la teoría del partido a partido.
—Es lo más sensato. Ir partido a partido es fundamental para no perder la expectativa y la ilusión. Debemos trabajar cada encuentro como si fuese el último.
—Cada vez que habla un jugador del Celta del Chacho, habla maravillas de él. ¿Usted cómo lo definiría como entrenador?
—Es un entrenador que le da una entidad a sus equipos. Sus equipos son intensos, tienen una forma muy audaz de jugar sin importarles el rival y eso tiene mucho mérito. Como jugador, lo tuve en dos procesos y he aprendido muchísimo, he crecido mucho y siempre le voy estar agradecido a él y a su staff por el trato y por las posibilidades.