Santi Mina, ni un minuto más en el Celta
Grada de Río
La sentencia condenatoria es un argumento más que suficiente para la rescisión de contrato
05 May 2022. Actualizado a las 17:59 h.
Durante todo el tiempo que duró el proceso, desde la denuncia hasta la sentencia, el Celta siempre se amparó en dos aspectos: «presunción de inocencia» y «tolerancia cero» cada vez que el tema Santi Mina saltaba a la palestra. El primero, acaba de venirse a abajo y el segundo parece no ponerse en práctica por el momento, a la espera (se supone) del recurso y de su resolución posterior.
Pero más allá del camino legal, la sentencia condenatoria de cuatro años de cárcel al todavía delantero del conjunto vigués es un argumento más que suficiente para que la rescisión de contrato con el Celta fuera un hecho consumado a estas horas sin entrar en los tiempos legales. Lo de apartarle y abrirle un expediente disciplinario (¿cuántos se cierran?), además de una obligación, parece una puerta abierta a un futuro celeste. Una decisión, que no solo choca, sino que además es incompatible con la tolerancia cero de la que en su día habló el presidente Carlos Mouriño sin pestañear.
Porque por encima de los futbolistas y su hoja de resultados, están los valores que el Celta debe dar como institución, tanto al mundo del deporte como a la sociedad en general. Primero, a sus abonados, muchos de ellos peñistas que ya han expresado que Santi Mina no puede seguir vinculado al conjunto vigués. Pero también a la sociedad y especialmente a los más jóvenes. En una sociedad cargada de peligrosos vericuetos, no se puede alimentar que un abuso sexual forme parte de la normalidad.
Durante mucho tiempo, Mina ha sido protegido por el club al máximo. No solo la cúpula defendió la presunción de inocencia, sino que el propio entrenador lo pasó del banquillo de los acusados al banquillo de Balaídos la misma semana del juicio y sin un entrenamiento encima. Defendiendo esa presunción de inocencia y recordando que hasta que se demostrara lo contrario todos éramos inocentes y que nadie debía hacerle un juicio paralelo. Pero la sentencia, sin entrar en interpretaciones, lo ha demostrado, por eso el Celta (que se supone que tendrá una cláusula de rescisión al respecto, ya que la denuncia fue anterior a su regreso a Vigo) debe actuar y quedarse con un jugador menos en la plantilla. Hay cosas que están por encima del fútbol. Esta, la primera.