La plantilla del ascenso: «El futuro del Celta estaba en nuestras manos»
Grada de Río
Siete jugadores celestes de la temporada 11/12 rememoran el último ascenso a Primera, del que hoy se cumplen diez años con la entidad asentada en la élite
03 Jun 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Domingo 3 de junio del año 2012: el Celta empata sin goles con el Córdoba en Balaídos y certifica el ascenso a Primera División. Hoy se cumple una década del último viaje de retorno a la élite del conjunto vigués, de momento, sin boleto de vuelta. Aquel ascenso estabilizó al club y resultó primordial para que se consolidara entre los grandes del fútbol español después de cinco temporadas en el infierno de Segunda.
Siete jugadores rememoran para La Voz aquella temporada, el partido definitivo y lo que supuso después para el conjunto vigués. Y la mayoría coincide: después de la ley concursal y demás avatares, el futuro del club estaba en sus manos. Ellos no fallaron y Vigo se convirtió en una fiesta. Diez años después, Iago Aspas y Hugo Mallo son los únicos supervivientes.
ANDRÉS TÚÑEZ
«Subimos cun equipo con nove canteiráns no once, non se pode pedir máis»
El central Andrés Túñez era uno de los hombres de la casa que formaban parte de aquel elenco. «Cando es pequeno, soñas con xogar en Primeira División, e nós conseguímolo co equipo do noso corazón. Fixemos historia cun bloque con nove titulares da casa, non se pode pedir máis. Foi moi grande o que fixemos e para min foi un orgullo formar parte daquel equipo», comenta el compostelano, que recuerda las duras temporadas vividas en el club en pleno proceso concursal. «Subimos despois dunha situación bastante mala, por non dicir outra palabra, tanto a nivel económico como deportivo». Desde la distancia, Túñez ve ahora cómo el equipo «segue en Primeira facendo as cousas ben» y desea que algún día la entidad pueda levantar un título.
ÁLEX LÓPEZ
«La gente llevaba muchos años sufriendo y les dimos una alegría»
Álex López, ahora en el Racing de Ferrol, recuerda el feliz desenlace, pero después de una temporada muy dura. «Como todas, la Segunda es dura y exigente. Tuvimos dos rivales difíciles (Deportivo y Valladolid) que nos lo pusieron complicado», comenta mientras sitúa dos partidos clave: «El partido del Xerez en Balaídos (con remontada con 10) y el triunfo en Zorrilla». El ferrolano habla de la «comunión con la gente» como un aspecto esencial y para ellos es su gran recuerdo del 3 de junio del 2012. «La gente llevaba muchos años sufriendo y pudimos darle la alegría de volver a Primera. Te quedas con las caras de felicidad y la alegría de la gente». Considera, además, que aquello «fue un paso fundamental para el club, porque con el paso del tiempo, ves que el ascenso le permitió encontrar la estabilidad».
OIER SANJURJO
«Aquel fue el punto de partida para la consolidación del Celta en Primera»
«Fue un año precioso, inolvidable», recuerda Oier Sanjurjo, que solo salió un curso de Osasuna para ascender con el Celta. El navarro dice de aquel 3 de junio que «fue una explosión de júbilo y la guinda a una temporada en la que ascendimos por méritos propios y llevamos al Celta a donde se merece». Para el navarro, la clave estuvo «en la armonía espectacular» que consiguieron en el vestuario y que «se transmitió fuera». «Merecimos aquel ascenso con rotundidad y aquello fue el punto de partida para que el Celta se consolidase en Primera División y a día de hoy sea uno de sus referentes», dice. En lo personal, descubrió que también daba un excelente lateral derecho: «En el Celta crecí un montón y, además, en una posición nueva para mí. Demostré que tenía nivel jugando casi la totalidad de encuentros».
«El Celta consiguió el objetivo con buen juego y gente de casa»
Jonathan Vila fue, conjuntamente con Roberto Lago, el único que vivió el travesía del desierto completa. Por ahí llegó su primer recuerdo: «Veníamos de cinco años complicados en Segunda y de perder un play-off de manera muy dolorosa en Granada, pero la temporada del ascenso fue buena a todos los niveles». En ese contexto introduce «el paso adelante de la cantera, con partidos en donde casi todo el once era gallego». «Estuvimos casi todo el año en ascenso directo y además con muy buen juego», añade. Del día del último partido, recuerda que «se desató la locura después de tantos años de sufrimiento. Conseguir ese objetivo fue la leche. Fue muy bonito». Además, también valora especialmente «el buen rollo que había en el vestuario, lo que creo que propició el ascenso».
CRISTIAN BUSTOS
«El ascenso comenzó en el recibimiento de Peinador tras la eliminación de Granada»
Lo que se había convertido en uno de los sucesos deportivos más dolorosos para el Celta desde el descenso, perder el play-off de Granada en os penaltis, terminó por erigirse en el punto de partida para el ascenso del curso siguiente según cuenta Cristian Bustos. «El ascenso comenzó cuando nos recibió la afición en Peinador después de caer en Granada. Recuerdo ahora ese recibimiento y se me ponen los pelos de punta. Paco Herrera nos dijo: ‘Aquí comienza el ascenso del año que viene'», una premonición que se hizo realidad. Conseguir el ascenso al año siguiente fue para Bustos cumplir el objetivo: «Cuando firmé por el Celta, lo hice para llevar al equipo a Primera. Una de las frases que todo el mundo me decía cuando estábamos peleando al final es que si ascendíamos íbamos a formar parte de la historia. Son momentos o cosas que te marcan», dice. Considera que «son momentos irrepetibles», el mejor recuerdo que guarda como jugador. «Todavía se me siguen poniendo los pelos de punta», insiste.
SERGIO ÁLVAREZ
«Viñamos de anos complicados e aquilo foi inesquecible»
Sergio Álvarez se puso los guantes de portero en el duelo del ascenso. El de Catoira califica aquel Celta-Córdoba como «un partido pobre no deportivo pero moi significativo no emocional. Nada máis empezar, xa tiñamos ganas de que o árbitro pitase o final para celebrar o ascenso que tanto levabamos pelexando. Foi unha emoción que aínda hoxe se me poñen os pelos de punta ao lembralo», comenta el guardameta, que desconoce si aquello fue un ascenso histórico, pero sí tiene claro que «foi moi traballado e o froito de moito esforzo». Sergio vivió en primera persona casi toda la transición y al echar la vista atrás, señala: «Viñamos dunha situación complicada no económico e estivemos a piques de baixar a Segunda B». El meta también apela a la comunión de la plantilla y especifica que aquella buena relación se mantiene diez años después. «Aínda nos xuntamos bastante acotío a día de hoxe para conversar e para vernos», revela.
TONI RODRÍGUEZ
«Es uno de los recuerdos más bonito de mi vida deportiva»
Toni Rodríguez fue pieza capital de aquel Celta, pero no jugó el partido definitivo porque una semana antes en Tarragona había visto la quinta amarilla. «Llevaba desde la primera vuelta con cuatro amarillas y en el penúltimo parido con el Nástic, vi la quinta y me pasé todo el viaje de vuelta tirándome de los pelos por no poder jugar el último partido». Lo vio en la grada y nada más pitar el colegiado, saltó al campo para celebrarlo. Todavía se acuerda de la fiesta: «Fue increíble. En el estadio, en la Praza de América, al día siguiente en el Concello...». Con respecto a la temporada, el atacante lo califica como «año bonito, con un final increíble, sumando en las últimas nueve jornadas ocho triunfos y un empate. El Valladolid no aflojaba, pero nosotros llegamos a la última jornada por delante y con un puntos nos servía». Como alguno de sus compañeros, considera Toni que «el futuro del club «estaba en sus manos» y concluye: «Aquello es uno de los recuerdos más bonitos de mi vida».