Revolución para salir del descenso

Carlos Carvalhal no va con una idea al fin del mundo. El bracarense le da vueltas al dibujo y a los hombres en busca de la combinación que saque al Celta de la dramática situación que vive y que ayer le llevó a la zona del descenso después del triunfo del Cádiz. La caída a la zona roja no influyó en unas decisiones que tenía tomadas desde días atrás para medirse al Athletic: la de cambiar de sistema para apostar por un 1-4-4-2 que le funcionó ante el Villarreal y la de refrescar el equipo dando entrada a Javi Galán, Carles Pérez, Renato Tapia y Óscar Rodríguez, lo que significa cambiar al 36,6 % del once con respecto al que salió derrotado de Son Moix.

«No hay ninguna revolución. Yo no tengo titulares ni suplentes, yo tengo jugadores preparados para jugar y van hacerlo los mejores para este partido», explicó el entrenador céltico en el preámbulo del partido. Y entre los mejores para el ciudadano de Braga aparecen Javi Galán, que recupera el puesto en el lateral izquierdo; Renato Tapia, que tras disputar nueve minutos en tres partidos será el responsable de la sala de máquinas ante un rival tan intenso; Óscar Rodríguez, cuya figura había decaído desde el cambio de técnico, y Carles Pérez, que después de buenos minutos saliendo desde el banquillo, se ha ganado una oportunidad como volante derecho. «Carles no fue titular, pero entró muy bien en los partidos porque se hizo un trabajo muy bueno con él a nivel de mentalización». El catalán parece uno de los jugadores más en forma.

Estos cambios conducen a la suplencia a Hugo Mallo, que entrega el lateral derecho a Óscar Mingueza, Franco Cervi deja su paso habitual por el lateral izquierdo y Fran Beltrán y Luca de la Torre también tendrán descanso. En el caso del americano, podría mantener su posición si Carvalhal decide prescindir de un delantero con envergadura como Larsen y apostar por otras alternativas como acompañantes de Iago Aspas en ataque.

Todo, con un cambio de dibujo. Después de insistir en la idea del 1-5-3-2 flexible con Mingueza cambiando el esquema en función de su posición, el luso parece ahora decantarse de inicio por un 1-4-4-2 en donde el Celta dio su mejor versión, aunque le faltó remontar en el último duelo en casa ante el Villarreal. «Para mí, es muy difícil hablar en poco tiempo de un sistema fijo. El equipo tiene una dinámica que depende mucho de las características de los jugadores», comentó el entrenador al tiempo que repasaba su pinacoteca táctica: «Ya jugamos con una línea de cinco, con una de cuatro, también de tres, con dos delanteros, con uno, con uno más dos ...». De casi todos los colores, pero sin los resultados apetecidos por el momento.

Con respecto al partido de Mallorca, repiten Agustín Marchesín en la portería, Mingueza, Joseph Aidoo y Unai Núñez en una defensa que parece la más consolidada; Gabri Veiga en el centro del campo, Aspas en el frente de ataque y De la Torre o Larsen en función de la decisión final de un técnico que quiere celebrar su primer triunfo en casa.