Gabri Veiga, el nuevo ídolo del celtismo

Gabri Veiga se ha convertido en uno de los nombres de la liga y en el nuevo ídolo del celtismo. A sus 20 años, no para de batir registros y ayer, frente al Valladolid, Balaídos se rindió al porriñés, que salió el campo en medio de una atronadora ovación. La manera que tenía de corresponder la grada a una actuación antológica con dos goles, una asistencia y un balón al palo. El nombre del partido sin ninguna duda.

«Ha sido un momento de mucha emoción y alegría. Quizás el momento más bonito de mi vida deportiva», comentó el canterano del Celta después del partido acerca de la ovación que le había rendido un Balaídos con casi 15.000 espectadores en sus gradas.

No era para menos, su recital comenzó con una ocasión y siguió con la asistencia del primer gol. Fue de cabeza, un arte que el canterano trabaja todos los días debido a su déficit. Carvalhal llegó a decir que su nivel era de -1 cuando le puso clases específicas. «Vi al capitán levantar la cabeza y sar un paso para romper el fuera de juego. El entrenador me dijo hace poco lo del juego de cabeza y voy mejorando», dijo en un lance en donde el porriñés desplazó el balón hasta el segundo palo para que Seferovic marcase a placer.

El resto de la fiesta goleadora del Celta llevó su firma. El segundo fue el más característico, llegando con fuerza y por sorpresa desde la segunda línea para marcar con un tiro duro, raso y colocado. El segundo fue un lance de oportunismo, de saber llegar al área rival en el momento justo, cuando Sergio Asenjo acababa de hacer una parada a Luca de la Torre tras una buena jugada de Javi Galán. «Son épocas en las que ves la portería más grande. Hay que aprovechar. Cuanto más puedas ayudar al equipo, mucho mejor», comentó.

Tanto está ayudando, que Gabri está a un solo gol de Iago Aspas, que suma nueve, y ha tenido más influencia que ningún otro joven del fútbol español en los goles de su equipo: 11, con ocho tantos y tres asistencias. En clave realizadora, supera a jóvenes consagrados como Pedri, que lleva seis dianas, e incluso a goleadores mundialistas como Nico Williams (4) o Ansu Fati (3).

El céltico se convierte, además, en el segundo máximo goleador menor de 21 años en una liga de Primera después de Mikel Oyarzabal, que en su día anotó 10 tantos en la 17/18, pero hay que tener en cuenta que a Gabri le quedan 15 partidos por delante para superar ese registro. Otras estrellas precoces como Isco o Bojan habían alcanzado los ocho goles como tope. En el Celta, el récord lo tiene Carlos Torre, que anotó diez diana en la lejana campaña 1953-54 según la cuenta de Twitter @pedritonumeros.

Curiosamente, ayer hacía un año que el céltico había anotado un doblete, pero había sido en Primera Federación con el filial y ante Unionistas en Barreiro. Ese día no se llevó ni casa ni la cuarta parte de los aplausos con los que fue despedido de Balaídos.