Marián Mouriño se rodea en su consejo de profesionales, empresarios y deportistas

La transición paulatina en la presidencia del Celta, que se ha desarrollado a lo largo de todo este año 2023, culminará el martes con la junta de accionistas. En ese acto, la nueva presidenta, Marián Mouriño, será ratificada en votación —un mero trámite, dadas las acciones que posee la familia—, al igual que su consejo. Pero los nombres de los miembros de este no se conocieron hasta ayer. Serán cinco hombres y dos mujeres con los que se ha tratado de apostar por perfiles más técnicos que los que venían acompañando a Carlos Mouriño.

De los siete integrantes, hay cuatro que llaman la atención. Dos de ellos, porque son caras conocidas en el mundo del deporte, caso del exportero del propio club Sergio Álvarez y de la campeona de squash Xisela Aranda, que tras dejar la raqueta, ejerció de futbolista hasta hace unos meses. Los otros dos, por los parentescos que les preceden más allá de sus trayectorias profesionales: Antón Álvarez es el padre del artista C. Tangana, reciente autor del himno del centenario del club, y Miguel Álvarez Rey, el marido de la presidenta.

La lista se completa con Carmela Cuevas, que ya estuvo ligada laboralmente al club vigués en el pasado; José Manuel Amoedo y José Álvarez Dafonte. Todos son consejeros independientes salvo Miguel Rey, consejero dominical, lo que significa que también es accionista de la entidad.

A través de un comunicado hecho público ayer al mediodía, el Celta informaba de que la presidenta en funciones ha diseñado «un nuevo consejo de administración con un total de siete integrantes, cuyo nombramiento será sometido a votación en la Junta General de Accionistas que se celebra el próximo 12 del presente mes en el Salón Regio de A Sede». A renglón seguido, expone que se trata de «consejeros independientes: profesionales, empresarios y deportistas, con largas trayectorias profesionales y empresariales en sus respectivos ámbitos que aportarán su experiencia y su visión para fortalecer la gobernanza corporativa del RC Celta».

Marián Mouriño accedió al cargo de presidenta el 28 de septiembre, cuando su progenitor renunció para cederle el puesto. Sin embargo, no fue hasta hace ahora un mes cuando trascendió este movimiento. A falta de conocerse esa formalidad, lo cierto es que ella ya estaba siendo la que acudía a los partidos y actos en representación del club y el relevo era un secreto a voces.

Surgió en su momento el interrogante —que ya se había resuelto hace unos días— de si Ricardo Barros, el único que estaba en duda, continuaría o no formando parte del consejo. Finalmente, dicen adiós todos sus componentes, que junto a él, eran Pedro Posada, Carmen Avendaño, Primitivo Ferro, Fernando Rodilla y María José Táboas. La mayoría de ellos han seguido apareciendo en el tiempo transcurrido desde el relevo, no así Mouriño padre, que se dejó ver por última vez en la recepción a las leyendas participantes en el partido del 30 de agosto y que ya no acudió al mismo, esa noche.

Carlos Mouriño ha estado en el cargo durante más de 17 años y lo deja con 80 cumplidos en marzo. Marián fue ya quien tomó las decisiones claves en el diseño de la presente temporada, comenzando por la selección de Rafa Benítez para el banquillo vigués.