El «flechazo» con el Celta del danés que quiere formar una peña en su país

Anders Grønborg Greve es uno de esos casos de celtismo inesperado por su origen y los kilómetros que le separan de Galicia, pero nada de eso fue impedimento para el «flechazo» con el Celta de este danés de 34 años que ahora quiere formar una peña celtista en su país, Dinamarca. Ya lleva consigo, orgulloso, el Carné Celtista, con el número 23.988 que figura en su perfil de Twitter.

Cuenta que a los trece años, hace ahora 20, se sentó delante el televisor y vio la mítica victoria del equipo vigués en San Siro, con pase a octavos frente a Carlo Ancelotti, en la que prácticamente era su primera toma de contacto con el que hoy es su equipo. «La televisión danesa se centró en Martin Laursen y Jon Dahl Tomasson, pero yo tenía la mirada puesta en Sylvinho, Gustavo López y Berizzo. Seguí al equipo durante el resto de la temporada, que terminó de manera bastante triste», rememora en referencia al descenso.

Aquella pérdida de categoría supuso un parón para él, que por aquel entonces aún no se consideraba celtista. «En aquella época, las noticias de Vigo rara vez llegaban hasta Dinamarca. El gran flechazo llegó en la temporada 2012/2013, cuando el Celta, como equipo ascendido, sentó las bases para los siguientes doce años en LaLiga», dice antes de recordar las irrupciones desde la cantera de Iago Aspas, Hugo Mallo o Jonny Otto, más nombres como «Fabián Orellana, Augusto Fernández y, por supuesto, Michael Krohn-Dehli, que iba a abrir la puerta» a su «gran favorito, Daniel Wass», otro compatriota suyo.

Desde entonces, ya no ha dejado de seguir al equipo «muy de cerca», asegura. «Veo todos los partidos, estoy al día de la cantera, viajo a menudo a Galicia y le he presentado el club a mi hija de cinco años. Tiene una foto de Aspas y su familia colgada en su habitación», relata. Con su mujer, viajó de luna de miel a Vigo en el 2018. «Aprendimos a apreciar la cultura gallega, la naturaleza y el mar, la comida y la mentalidad especial gallega, que en muchos aspectos se parece a la danesa. Esperamos que algún día, como familia, podamos hacer una estancia más larga en la ciudad», anhela.

Explica Grønborg Greve que como profesor, se alegra especialmente de que los jugadores que vienen de abajo accedan al primer equipo. «Tengo un lugar especial en mi corazón reservado para los jugadores de la cantera, lo que probablemente también explica mi fascinación por el Celta y las fuertes raíces locales del club», ahonda. Le impresionó en su día Gabri Veiga y ahora, añade, disfruta con nombres como Damián Rodríguez, Hugo Álvarez y Hugo Sotelo «triunfando con un entrenador como Claudio Giráldez». «Me enorgullece de una manera extraña, aunque no sea de ahí», confiesa.

Con el tiempo, ha empezado a rondar su cabeza la idea de formar una peña, aunque asume que probablemente sea un proceso largo. «He empezado a investigar las posibilidades y el apoyo. La opción de crear una pequeña comunidad que pueda representar al club en un país como Dinamarca es atractiva», cuenta. A lo largo de los años, ha conocido a algunos daneses que comparten su pasión por el club y ha habido algunos que han contactado con él a través de las redes, incluidos gallegos residentes allí. El apoyo recibido le hace pensar que «una peña danesa contaría con el apoyo de Vigo y alrededores» aunque él no tenga «una relación directa ni arraigo» con Galicia.

Feliz con su Carné Celtista, dice que le permite tener «una prueba física» de su vinculación, «algo de lo que presumir». «Me gusta la idea de apoyar a un equipo al que nadie de mi círculo apoya. Aquí, en casa, es nuestro club. Cuando no eres hincha de tu equipo de fútbol local, sino de uno de otro país, en principio puedes elegir entre todos ellos. Puedo decir con seguridad que mi elección no recayó en el Celta por el éxito y las victorias», constata.

Recuerda que con el equipo celeste ha experimentado todo el espectro emocional como aficionado. «Vives la Europa League, donde Guidetti está a milímetros de mandarnos a la final, pero también cuando estamos al borde del descenso varios años seguidos. En subidas y bajadas. Es un valor central que me gustaría transmitir a mis hijos a través del fútbol», subraya. Y prosigue: «Si eres hincha de clubes de éxito como el Real Madrid o el Liverpool, como lo son muchos en mi entorno, eres uno más entre muchos. Cada uno puede apoyar a quien quiera, pero resuena menos. Todos en mi lugar de trabajo, estudiantes, familiares y conocidos, recuerdan claramente que soy celtista».