Reencuentro en un año de reivindicación
Grada de Río
Borja Iglesias, pichichi del Celta con Aspas, se mide al Betis, al que pertenece y por el que está cedido
08 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Borja Iglesias, sin cláusula del miedo, se mide por primera vez al Betis este domingo. También será la primera ocasión en que se enfrente a un equipo por el que esté cedido en otro, como le ocurre ahora. Dejó el club verdiblanco en busca de minutos, tras una temporada para olvidar en cuanto a protagonismo, y por el momento, está logrando en Vigo exactamente lo que buscaba: reencontrarse consigo mismo, con su fútbol y con los goles. Todo, en casa —va y viene desde su Santiago natal— y volviendo al que fue prácticamente el punto de partida o de lanzamiento de su carrera como profesional.
El delantero fue un fichaje avalado desde el primer momento por Claudio Giráldez, algo que hizo que muchos lo vieran con mejores ojos que si el porriñés no hubiera mostrado su convicción de que el máximo goleador de la historia del filial celeste encajaba en este proyecto. Por ahora, es uno de los dos jugadores que han intervenido en los doce partidos, junto a Hugo Álvarez y Tasos Douvikas, su gran competidor por el puesto y al que gana en titularidades -ocho frente a cuatro, siendo siempre excluyentes sobre el terreno de juego-.
Por el momento, Iglesias está empatado a cuatro goles como máximo realizador del equipo con Iago Aspas, que fue otra de las claves para su regreso a Vigo seis años después de desvincularse y poner rumbo al Espanyol -previa cesión al Zaragoza-. En este tiempo, el Panda ha firmado grandes temporadas, pero también ha tenido momentos bajos. Y el curso pasado fue cuando tocó fondo.
Sin protagonismo en el Betis, lo buscó en el Bayer Leverkusen desde enero pasado, pero tampoco hubo suerte. Cuando se estrenó como goleador con el primer equipo del Celta, ante el Villarreal en la tercera jornada, puso fin a más de ocho meses sin marcar en partido oficial y a más de un año sin hacerlo en liga. «Meter goles se me da bien, aunque algunos no lo crean», deslizaba tras el triunfo frente al Valladolid, en el que marcaba por tercera jornada consecutiva. Suyo fue, posteriormente, el tanto de la heroica victoria de Las Palmas.
En Vigo está encontrando la continuidad que le venía faltando de un tiempo a esta parte. «Cuando Pellegrini me dice que marque goles, le digo que me ponga», comentó a principios de la temporada pasada. Giráldez sí lo pone y él, que parece haber recuperado la confianza, responde. Y parece haberse reencontrado con aquel futbolista que llegó a ir convocado con la selección española o que marcó el tanto de la final de Copa que el Betis ganó al Valencia en el 2022.
Ya en su presentación, se refirió a que creía que el planteamiento de su actual técnico le podía venir bien. «El sistema de Claudio es atractivo para todo jugador y creo que puedo encajar y ayudar», decía el 24 de julio. Lo cierto es que el compostelano va bien al espacio y el cuadro vigués juega mucho con esa posibilidad; también es bueno sujetando el balón -lo destacaba Giráldez el lunes- y se asocia bien con Iago Aspas, otro aspecto que contribuye a que esta segunda parte de Iglesias en Vigo esté saliendo bien.
Cuenta pendiente
De todos los equipos a los que se ha medido Borja Iglesias en Primera, solo hay dos a los que nunca ha ganado: Real Madrid y Betis. Contra los verdiblancos, como jugador del Espanyol, sufrió dos derrotas y cosechó otros tantos empates, dos resultados de cada en liga y dos en Copa, donde les marcó su único gol. También anotó en una ocasión al Celta como jugador bético.