Un Celta Fortuna mermado emula al primer equipo a domicilio y cae en Sestao (2-0)

El Celta Fortuna va de la mano con el primer equipo en sus partidos como visitante y cerró el año en el mítico Las Llanas con una derrota ante el Sestao River, más intenso, más adaptado a un campo muy blando y que se levantaba en cada lance y mucho más entero que un filial que pagó las bajas, especialmente en el centro del campo y perdió por 2-0.

Lo mejor del mal día del Celta B fue el arranque. Con un Yoel Lago imperial cortándolo todo en defensa y con Ángel Arcos obligando a Iago Herrerín, el que fue portero del Athletic, a hacer una buena parada. Porque el partido nació de ida y vuelta, con los equipos jugando al galope. Sin embargo, poco a poco los sestaotarras fueron imponiendo su fútbol directo y comenzaron a coleccionar oportunidades. Asier Córdoba avisó con un primer remate y el atacante que también pasó por el Athletic hizo diana al segundo intento. Con una penetración por la izquierda que ni Pablo Gavián, ni especialmente Gael Alonso, fueron capaces de interceptar. Superados los dos zagueros, el vasco batió a Coke de tiro cruzado.

Con el marcador en contra, Óscar Marcos no pudo concretar un excelente control en el corazón del área y un disparo cruzado de Johan Guedes se fue alto. No obstante, la mejor ocasión antes del descanso volvió a ser local: un remate desde la frontal de Gorka Garai que Coke envió a córner tocando el balón con la punta de los dedos.

Fredi Álvarez fue metiendo todo lo que tenía a mano e incluso matizó el sistema para atacar con dos delanteros a lo largo del segundo tiempo, pero el Celta Fortuna en ningún momento puso en agobios a un rival que solo había ganado un partido en su campo hasta la fecha. Los celestes controlaban el balón, pero no el partido, que seguía en manos de un Sestao que salía a la contra. De hecho, Alfred Planas puso a prueba en dos ocasiones al portero del equipo vigués.

La ocasión de Johan

Lo mejor para el cuadro vigués es que estuvo en el partido hasta el final y con el 1-0 en el marcador Guedes tuvo el empate en sus botas después de recibir el balón con un taconazo de Iago Barreiros recién entrado al campo, pero el tiro del canario salió demasiado cruzado.

A falta de tres minutos llegó la sentencia del cuadro local. Fue una de sus hombres de refresco, Sergi García, un mediocentro de carácter defensivo, que recibió el balón en una contra, esperó que Vicente se fuese al suelo antes de tiempo y, libre de marca, batió a Coke en el mano a mano con un tiro cruzado. Como le sucede a la tropa de Claudio Giráldez, brillar a domicilio será la primera asignatura pendiente para cuando vuelva el fútbol de bronce en el 2025.