O Barco, reduciendo distancias y multiplicando el celtismo
Zona Celeste
El colectivo ourensano, fundado en 1994, ha ido viendo cómo el viaje hacia Vigo se acortaba mientras sus miembros y su pasión por el equipo iban creciendo
21 May 2015. Actualizado a las 16:50 h.
«A lo largo de la vida, uno puede cambiar de mujer o de partido político, pero nunca de equipo de fútbol». El presidente de la peña celtista de O Barco de Valdeorras lo tiene claro y, con él, el resto de los miembros de un colectivo que lleva esa máxima a rajatabla. Lo hacen desde septiembre de 1994, lo que les convierte en uno de los más veteranos entre los que apoyan al Celta.
Aseguran que en O Barco siempre ha habido una gran tradición celtista a la que no hacen mella los 200 kilómetros que separan su municipio de Vigo. «Cuando estamos en la misma categoría que equipos como el Sporting o el Valladolid, a nosotros esos desplazamientos nos quedan más a mano que ir a ver al Celta a Balaídos», comenta su presidente, José Luis Conde, a modo de ejemplo de las diferencias entre una peña de fuera y una de la propia ciudad. Y eso que esas distancias se han reducido considerablemente con el paso del tiempo. «En los primeros años teníamos que ir por la carretera antigua de A Cañiza y tardábamos el doble», relata.
Prueba de que la afición por el Celta es algo extendido en la comarca es que existen otras dos agrupaciones celtistas en un radio de muy pocos kilómetros. «Está la Peña Vlado Gudelj e A Rúa y la Peña Valdeorras de Vilamartín. La relación entre las tres es muy buena e intentamos coordinarnos siempre para los desplazamientos», comenta. Ellos, dentro del medio centenar que forman el colectivo, cuentan con un grupo de miembros que no faltan a ningún partido de los que se disputan en Balaídos. Aunque tengan que salvar, a mayores, el complicado obstáculo de los horarios.
Conde lleva quince años al frente de una peña a la que pertenece desde su formación -los primeros años tuvieron una presidenta, Mari Luz-, cuando un grupo de quince personas decidió formalizar de algún modo el celtismo de la localidad. «Aquí siempre ha habido mucha simpatía hacia el Celta, que se entiende como un patrimonio de toda Galicia», explica Conde. Desde entonces han vivido diferentes etapas del club tanto en Primera como en Segunda, y presumen de ser «de los 6.000 o 7.000» de la peor etapa reciente. También de ser próximos a Mouriño. «Al principio hubo un poco de división en el celtismo entre los de Horacio y los del actual presidente. Nosotros siempre le apoyamos y valoramos mucho el trabajo que ha hecho».
En su caso, estuvo en Balaídos por primera vez cuando tenía unos 14 o 15 años -ahora tiene 52-. «Aquello era toda una aventura. Ibas por Ourense, Castro Caldelas, Monforte...», describe. Todo para disfrutar de «una emoción muy grande, porque cuando verdaderamente se afianzan los sentimientos hacia tu club es en esa etapa, cuando eres un niño».
Tras celebrar sus veinte años en el 2014, la peña de O Barco tienen un sueño que esperan poder llegar a realizar. «Hablaba de la Peña de A Rúa, que lleva al nombre de Gudelj. Nosotros lo guardamos por si algún día llega al primer equipo un jugador de aquí», cuenta Conde. Por ahora tienen un canterano, un portero de nueve años con proyección y que apunta maneras. Quién sabe si en el futuro será quien dé nombre a la peña.