Nace en Estados Unidos la Peña Celtista América Celeste

El celtismo no quiere tener fronteras. La última prueba palpable es la puesta en marcha de la Peña América Celeste, un colectivo aún en ciernes, pero que ya ha empezado los trámites para constituirse de manera oficial y ha intensificado en los últimos días su presencia en Internet través de las redes sociales y de su propia página web.

Les mueve la ilusión por formar un conjunto de personas que se reúnan para seguir al Celta -como ya venían haciendo- y, a la vez, que lo dé a conocer, la nueva vertiente con respecto a lo que ya hacían. «Somos un grupo pequeño por ahora, con unos quince miembros. La idea surgió más que nada por mi necesidad propia de seguir viendo los partidos, pero no hacerlo yo solo en casa, y de hacer crecer el celtismo», comenta entre risas John Millan, impulsor y futuro presidente -«no es un título oficial, pero supongo que soy lo más cercano», aclara-, hijo de emigrantes gallegos nacido ya en Estados Unidos, el perfil más frecuente de sus miembros.

La inspiración de Millan fue, además, la peña compostelana Merlegos Celestes. «Voy a Galicia siempre que puedo y este invierno tuve la ocasión de pasar un rato con ellos», recuerda. Le contagiaron su espíritu de celtismo activo y por eso regresó «con ganas de traer un poco de ese sentimiento al otro lado del charco». Este verano han dado el salto definitivo. «El grupo principal somos todos gallegos o descendientes de gallegos que nos juntamos en los centros culturales de Nueva York y Nueva Jersey. Hace tiempo que vemos los partidos juntos tomando tapas típicas nuestras y pensamos en hacerlo oficial».

Ahora mismo están estudiando los pasos que deben seguir para «ser una peña más y poder tener los mismos beneficios que otros grupos que están más cerca de Balaídos». Tienen un miembro de vacaciones en Vigo que se va a encargar de tratar de agilizar los trámites. «Queremos ser un punto de referencia celeste en la zona y tenemos mucho que crecer. La posibilidad de hacerlo nos da muchos ánimos, pues somos pequeños, pero estamos muy motivados».

Su desembarco en las redes les ha dado gran visibilidad en poco tiempo, de modo que ya han recibido multitud de consultas y peticiones de personas que querrían formar parte de la peña. «Es increíble. Nosotros solo somos aficionados, todo sale de nuestra voluntad. Pero la comunidad celeste ha sido muy acogedora y enseguida nos está haciendo sentir parte de algo más grande», prosigue Millan, de 31 años.

El objetivo último de la Peña América es «ser embajadores del Celta en todos los sentidos, hacer crecer el nombre del equipo en la comunidad americana a través de actividades benéficas y extradeportivas». Su sede es el Cub España, en el número 180 de la New York Ave, en Nueva Jersey. «Allí nos reunimos, aunque la liga no nos lo pone fácil con los horarios, hay veces que te tienes que levantar a las seis de la mañana. El estar en Primera ha aliviado un poco el problema», celebra.

Creen que no ha habido ninguna otra peña celtista en el país anteriormente, por lo que ser la primera constituye un orgullo adicional. «Estuve investigando y encontré  varias del Madrid y del Barça, pero ninguna del Celta», revela Millan. Su reto, como no se cansa de repetir, es «ser embajadores del Celta por el mundo, tender un puente entre América y Balaídos». Con la peña, dice, será más fácil.