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Fotos y vídeos de las alumnas desnudas de la Universidad de Deusto provocan una investigación policial

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La Voz Redacción

El centro religioso bilbaíno, que asegura que su red Wifi no guarda conexión alguna con la difusión de estos contenidos, confirma que la Ertzaintza ya ha recibido las primeras denuncias y ha abierto una investigación

29 Nov 2012. Actualizado a las 23:59 h.

Las fotos y los vídeos íntimos de estudiantes desnudas difundidas y robadas de la Universidad de Deusto, que ayer revolucionaron las redes sociales, ya está en manos de la policía. Así lo ha confirmado a través de Facebook y Twitter la institución religiosa bilbaína, insistiendo en que su red inalámbrica no guarda conexión alguna con la divulgación de estos contenidos.

La polémica de las fotos de las alumnas de Deusto saltó a la palestra, como ya es habitual, a través de Twitter, donde ya a última hora del martes los estudiantes comenzaron a denunciar que estaban recibiendo comprometedoras imágenes de sus compañeras. Los usuarios de la red social de los 140 caracteres, foro del polémico debate, pronto convirtieron en trending topic el nombre de la universidad, cuestionando la seguridad de su red inalámbrica de Internet. Rápidamente, la institución educativa dejó claro a través de un comunicado oficial que no había «ningún indicio de que la red Wifi de la Universidad de Deusto haya propiciado el acceso a la información contenida en un dispositivo electrónico, teléfono u ordenador, conectado a la misma». El centro ha asegurado que únicamente se podría haber accedido a la información contenida en algún teléfono si el propietario del mismo no hubiera tomado medidas de seguridad para evitar el acceso a dicho terminal.

El vicerrector de la universidad de los jesuitas ha recomendado a todos los afectados por el robo y posterior difusión de las fotos y vídeos de las alumnas denunciar los casos a la Ertzaintza. Los estudiantes de la Universidad de Deusto, por su parte, han mostrado su preocupación y explicado que tendrán «más cuidado aún» con los documentos que envían por las redes sociales. «Nos daría mucha vergüenza que nuestras imágenes fueran difundidas. Los responsables no tienen vergüenza y no saben lo que han podido provocar en los afectados», ha comentado una alumna.

Este episodio recuerda al polémico caso que la localidad toledana Los Yébenes vivió el pasado mes de septiembre tras la difusión de un vídeo erótico y privado dela concejala socialista Olvido Hormigos. Después del revuelo generado en las redes sociales, el debate sobre la divulgación de contenidos íntimos hizo que su regulación legal se endureciera en la última reforma del Código Penal, que impone la pena de hasta un año de cárcel por la difusión sin consentimiento de imágenes o vídeos privados.


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