Las «travesuras» de Alfred y Amaia: Lo que las cámaras no ven en «OT»
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Varios compañeros acusan a uno de los favoritos de «cuentitis» a la hora de quejarse de que está enfermo
08 Dec 2017. Actualizado a las 20:43 h.
Operación Triunfo ha buscado este año, en el de su vuelta a los orígenes, a La 1, pero también a los éxitos (no tanto de audiencia pero sí de impacto social) añadirle un punto de reality a la Academia más famosa de la televisión. Por eso, ha puesto cámaras en todos los lugares de la casa, para que lo telespectadores puedan ver lo que ocurre en el 24 horas que emite Youtube y Sky. Solo hay dos lugares en la academia, libres de cámaras. Uno de ellos es el baño y la ducha (en el que se refugiaron hace unos días Alfred y Amaia cuando, confirmaron, sin pretenderlo que entre ellos hay algo más que una amistad) y otra es el dormitorio común, donde duermen juntos todos los concursantes. Y es ahí, en la habitación, donde las travesuras de Alfred han dado mucho que hablar entre sus compañeros. Ocurría este jueves 7 de diciembre, cuando aún en pijama y bata de casa, algunos comentaba lo ocurrido en el dormitorio común y criticaban la actitud de uno de los favoritos: Alfred. El concursante alegó que estaba enfermo para no asistir a la clase con Magali, la entrenadora física (que les había anunciado en la clase anterior que iba a ser dura) y eso molestó especialmente a algunos de los compañeros.
La gallega Míriam era una de las más críticas con la actitud de Alfred, que le decía a Aitana: «Tú estás llena de placas, completa, tú sí necesitas recuperarte. Pero otra cosa es decir 'mañana no voy a ir a clase de Magali, sé que voy a estar enfermo' y ya me levanto sin saber como voy a estar». Raoul ahondaba aún más en el tema y se mostraba muy tajante: «Si fuese mi hijo le daría una hostia, si me sale vago quiero decir, no lo digo por nadie en concreto». Y fue él el que abrió la puerta a las especulaciones de lo que ocurre por las noches en el dormitorio común. «Si uno se pasa toda la noche haciendo travesuras, por la mañana uno se pone malo», aseguraba. E iba un poco más allá acusando a Alfred de «cuentitis aguda», a lo que Míriam apostillaba: «Yo ya dije que si todos nos acabábamos quedando en la cama, no podía ser».
Pero la conversación no se quedó ahí. Los compañeros de Amaia y Alfred no dudaron en sembrar dudas con diversos comentarios de lo que ocurre en la habitación donde no hay cámaras. Mireya recordaba que uno de los redactores del programa «le dijo a Alfred que no sabía que hacía durmiendo en la cama de Amaia si había estado mala días antes». Y Raoul añadía más leña al fuego: «es que eso es de tener un dedo de frente, hay cosas para las que sí lo utiliza, otras, no, pero es lo que pasa después de las travesuras». Y Mireya, ajena al revuelo que ha levantado un comentario que muchos han tachado como homófobo en las últimas horas, sentenciaba: «Ayer olía a pescado en la habitación», ante la mirada atónita del resto.
Y mientras tanto Alfred y Amaia siguen ensayando, un tanto ajenos a todo lo que habla de ellos dentro y fuera de la casa.