La Voz de Galicia

Las divergencias por Ucrania impiden la firma de un documento en la OSCE

Internacional

Juan Carlos Barrena sofía

El presidente Kuchma cesa al primer ministro Yanukóvich para que se dedique a los comicios Duro enfrentamiento dialéctico entre Powell y su homólogo ruso, Sergei Lavrov

07 Dec 2004. Actualizado a las 06:00 h.

El fantasma de la Guerra Fría ha retornado al seno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ayer finalizó en Sofía su Consejo de Ministros profundamente dividida por el enfrentamiento de Rusia con Occidente por la crisis de Ucrania y la valoración de sus causas. La falta de consenso hizo que la cita de los ministros de Exteriores de los 55 países miembros de la OSCE -surgida en plena Guerra Fría para superar las diferencias Este-Oeste- acabase sin el habitual documento final y tras una sesión en la que Rusia vertió duras críticas contra la organización, defendida por Estados Unidos y la gran mayoría de las delegaciones. La OSCE cerró así su reunión más importante del año con una declaración del presidente de turno y ministro de Exteriores búlgaro, Solomon Passy, quien ratificó que «las diferentes visiones políticas» impidieron ese documento conjunto. La sesión final estuvo marcada por el enfrentamiento dialéctico entre el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, acerca de las misiones y el trabajo de la OSCE, también durante las elecciones en Ucrania, aunque evitaron citar a ese país. Lavrov criticó el presunto uso por parte de la OSCE de estándares dobles en sus misiones en procesos electorales y llegó incluso a amenazar con el boicot de su país a la aprobación de los presupuestos de la organización para el 2005. El enviado de Vladimir Putin se vio apoyado por sus homólogos de Bielorrusia, Tayikistán y Ucrania. Críticas de Powell a Moscú Colin Powell, por su parte, rechazó enérgicamente, sin citar nombres, las declaraciones de ciertas delegaciones acerca de que las misiones sobre el terreno de la OSCE constituyen una injerencia en la política interna de algunos Estados. Igualmente negó que la OSCE aplique dobles raseros y centre su trabajo en las ex-repúblicas soviéticas por razones políticas y expresó su preocupación por «las promesas incumplidas de democracia y respeto a las libertades fundamentales en algunos estados miembros», aludiendo a la falta de libertad de prensa en Rusia y a la situación en Bielorrusia. Powell acusó a Rusia de incumplir sus compromisos para la retirada de tropas de Georgia y el problema de Transnistria en Moldavia. Poco antes, subrayó que «todos apoyamos el proceso democrático que se está llevando a cabo en Ucrania y esperamos que el voto en las presidenciales refleje la auténtica voluntad del pueblo». La mayoría de los países anunciaron que aportarán fondos y observadores a la repetición de los comicios presidenciales en Ucrania. Pese a todo, en la reunión se aprobaron 21 documentos sobre la prevención del uso de internet con fines terroristas, la mejora de la eficiencia del foro económico, la lucha contra la corrupción o el papel del secretario general. Precisamente la elección de un sucesor de Jan Kubis para ese puesto, en el que cesa en junio del 2005, tampoco tuvo consenso y quedó aplazada. El presidente ucraniano, Leonid Kuchma, cesó ayer de su cargo al primer ministro Víctor Yanukóvich para que pueda dirigir su campaña electoral, mientras prosigue el enfrentamiento entre la oposición y el poder. En otro decreto presidencial, se nombra al viceprimer ministro Mykola Azarov para ocupar la función provisionalmente.


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