La victoria de Obama obstaculiza la candidatura de Madrid a los Juegos
Internacional
09 Nov 2008. Actualizado a las 02:00 h.
Aunque la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos del 2016 lo niega por activa y por pasiva, la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos ha supuesto un fuerte respaldo a las opciones de Chicago para albergar este magno acontecimiento deportivo y, por ende, un nuevo obstáculo para las otras aspirantes: Madrid, Tokio y Río de Janeiro.
Varios son los argumentos que benefician a la Ciudad de los Vientos tras la elección de uno de sus vecinos como dirigente del país más potente del mundo. En primer lugar, el que fue senador de Illinois ha declarado repetidas veces su apoyo a la ciudad que lo aloja desde hace 25 años. Esto invita a pensar que influenciará todo lo posible en beneficio de su localidad de adopción.
También su probable presencia el 2 de octubre del 2009 en Copenhague, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) elegirá la sede de los Juegos, influirá positivamente por su popularidad en favor de su opción. Esta circunstancia ya se ha demostrado decisiva en elecciones anteriores.
Para mostrar un mayor empuje, Obama ha elegido como jefe de su Gabinete a Rahm Emanuel, que defendió la propuesta de Chicago ante el Congreso estadounidense. Por todo ello, Pat Ryan, responsable de la candidatura americana, ha afirmado que Obama «ha sido siempre un gran apoyo». Y explicó cómo: «Ha grabado un vídeo para nosotros y ha utilizado tiempo de su campaña para ayudar a nuestra candidatura».
Por ello, la capital de Illinois está aprovechando esta elección para propagar su imagen por el mundo. De hecho, miles de periodistas foráneos la han visitado durante la campaña electoral. Y esto siempre ayuda. Sin embargo, el hecho de que la vivienda del presidente electo esté a un par de manzanas de donde se construirá el estadio olímpico es una anécdota que no cuenta en el interés de los miembros del COI.
Miedo en Japón
La primera que ha reconocido el impulso ofrecido a Chicago ha sido la candidatura nipona. «Me pregunto cómo reaccionarán los miembros del COI cuando el señor Obama aparezca en la presentación de Chicago», se cuestionó Tsunekazu Takeda, presidente del Comité Olímpico de Japón. Es más, otro de sus dirigentes, Tomiaki Fukuda, aseguró que «Tokio podría tener problemas, porque Obama sabe hacer discursos y es muy popular». Y añadió: «Creo que tiene talento suficiente para desempeñar un papel parecido al de Blair en Singapur».
Sin embargo, la aparición del primer presidente negro de Estados Unidos en la escena olímpica no parece haber asustado a la candidatura madrileña. Su máximo exponente, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, si bien reconoce que el efecto Obama puede influir, manifiesta que no va a suponer un obstáculo añadido. «No se cambia el voto por la simpatía o no a un presidente», asegura, y contrapone que Madrid cuenta no solo con el total apoyo del Gobierno español, sino de la Casa Real y de la gran mayoría del pueblo español.
Más claro resultó el vicealcalde Manuel Cobo, quien reconoció que «la candidatura de Chicago aprovechará que uno de sus vecinos sea presidente electo, pero los miembros del COI tienen muchos criterios, y cada uno diferente, y no van a cambiar el sentido de su voto en función de que el presidente de un país sea originario de una ciudad candidata». Aunque Juan Antonio Samaranch, que los conoce muy bien porque los dirigió muchos años, opina lo contrario.