La Voz de Galicia

Obama minimiza la visita del Dalái Lama para no irritar a China

Internacional

Tatiana López

El dirigente espiritual dijo estar «contento» por la reunión en la que el presidente apoyó la identidad tibetana

19 Feb 2010. Actualizado a las 02:00 h.

Poniendo a prueba una vez más sus tensas relaciones con Pekín pero intentando no molestar más de lo debido al gigante asiático, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó ayer su más «firme apoyo a la defensa de la identidad tibetana» durante el transcurso de una reunión en la Casa Blanca con el Dalái Lama. Ambos se mostraron de acuerdo en la necesidad de «restablecer el diálogo directo entre China y el Tíbet», según un comunicado del Departamento de Estado. El encuentro entre los dos premios Nobel de la Paz se produjo finalmente a pesar de las amenazas lanzadas desde China, que la semana pasada había exigido a Obama cancelar esta reunión por considerarla «una intromisión en sus asuntos internos». Esta advertencia fue ignorada por el presidente estadounidense, al tiempo que consiguió sin embargo relegar la visita del monje a un segundo plano. Lo recibió en el llamado salón de los Mapas y no en el Despacho Oval, tal y como corresponde a los jefes de Estado. Además, el Dalái Lama salió de la Casa Blanca por una zona en la que estaban depositadas las bolsas de basura. Aún así, y tras el término de la reunión, el líder espiritual se mostró «contento» con un encuentro en el que Obama volvió a llamar a la «defensa de los derechos de los tibetanos en China», pero se quedó corto a la hora de exigir algún compromiso al Gobierno comunista. ?Relaciones complicadas Desde que el líder independentista tuvo que exiliarse del Tíbet en 1959 a causa de la invasión comunista, China ha criticado todas sus visitas a la Casa Blanca. Además, la reunión de ayer se produjo en un momento especialmente delicado para las relaciones entre Washington y Pekín, enfrentados por asuntos como la devaluación del yuan, los ataques cibernéticos a Google o la decisión de EE.UU. de vender armas armas por valor de 6.000 millones a Taiwán, isla sobre la que China reclama la soberanía. Esta acto fue interpretado como una provocación por el Gobierno comunista, que contraatacó anunciando represalias económicas contra todas las empresas involucradas en la operación. Desde entonces las tensiones entre ambos países alcanzaban su punto máximo. Esa situación obligó al presidente estadounidense a retrasar su reunión con el Dalái Lama el pasado mes de octubre, así como por el temor de que la visita supusiera un enfrentamiento abierto con un socio incómodo pero necesario para su política internacional. Entre otras áreas, Barack Obama necesita el apoyo de China en temas tan variados como la lucha contra el cambio climático, la mediación en el conflicto de Corea del Norte o la necesidad de imponer sanciones económicas más duras contra el régimen de Teherán por la cuestión nuclear. ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ?
Comentar