Un devastador terremoto golpea el interior de China dos años después
Internacional
El temblor, de magnitud 7,1, destruyó cientos de casas y cortó las comunicaciones de la provincia de Quinghai
15 Apr 2010. Actualizado a las 02:00 h.
Un fuerte terremoto dejó ayer un mínimo de 589 muertos y unos 10.000 heridos, destruyó centenares de casas y cortó las comunicaciones en la remota provincia china de Qinghai (noroeste), en la región del Tíbet, según datos provisionales facilitados por las autoridades y que podrían aumentar, puesto que hay una cantidad indeterminada de personas sepultadas bajo los escombros.
Cientos de casas se vinieron abajo, las rutas quedaron cortadas por aludes, las telecomunicaciones quedaron perturbadas, y templos, gasolineras y postes eléctricos resultaron derribados en esta región aislada del Himalaya, donde nació el Dalái Lama y conocida en China porque, en su día, fue utilizada por el régimen comunista para confinar a los disidentes. Pekín asignó una partida de emergencia de 200 millones de yuanes (unos 29,3 millones de dólares) que permitirá financiar, entre otras cosas, la evacuación de los habitantes y su alojamiento, los cuidados médicos y prevención de enfermedades, pero a la hora de cerrar esta edición la falta de medios en las labores de rescate eran ostensibles y la ayuda del exterior no había llegado.
El temblor se produce casi dos años después del violento seísmo que en mayo del 2008 arrasó la provincia de Sichuan, también aledaña al Tíbet, que dejó 87.000 muertos y desaparecidos. Tuvo lugar a primeras horas del día, cuando mucha gente todavía estaba durmiendo, con una magnitud de 6,9, según el Instituto de Geofísica de Estados Unidos, y de 7,1 según las autoridades chinas. Fue seguido de tres réplicas, de hasta 5,8 grados. El epicentro tuvo una profundidad de 32 kilómetros.
En la ciudad de Jiegu, cerca del epicentro y con una población de unas 100.000 personas, más del 85% de los edificios quedaron destruidos, según un responsable del gobierno local. Una escuela profesional se derrumbó y «muchos estudiantes quedaron sepultados», agregó. «Hay heridos por todas partes en las calles, mucha gente sangra por la cabeza», dijo.
«Casi todas las casas son de madera y tierra. Se resquebrajaron», señaló a China Nueva Karsum Nyima, uno de los responsables de la televisión local. Esta cadena mostró a soldados retirando los escombros de una vivienda en ruinas, en búsqueda de supervivientes, pero algunos socorristas se quejaron de la falta de material. «Tenemos que valernos sobre todo de nuestras manos para despejar los escombros, pues no disponemos de grandes maquinarias», declaró Shi Huajie, un responsable de la policía encargado de las operaciones de socorro. «Tampoco tenemos equipos médicos», agregó.