Le Pen cede a su hija Marine las riendas de la ultraderecha
Internacional
16 Jan 2011. Actualizado a las 07:00 h.
Jean-Marie Le Pen se jubila medio siglo después de hacerse con el liderazgo de la extrema derecha francesa. Ayer dimitió como presidente del Frente Nacional (FN) para ceder hoy a su hija pequeña el partido que puede convertirse el año que viene en la tercera fuerza política de Francia.
El congreso que el FN celebra este fin de semana en Tours pasa página, aunque el apellido siga mandando. A Jean-Marie le renovaban el mandato por aclamación; pero es segura la victoria de Marine frente a Bruno Gollnisch, lugarteniente y candidato del sector más rancio de la extrema derecha. Los resultados oficiales del voto de 23.000 militantes se conocerán hoy, pero ya se filtró su triunfo con casi dos tercios de los votos. Abogada de 42 años, madre de tres hijos, dos veces divorciada, Marine da otra imagen y se ha mostrado capaz de seducir a una parte del electorado que hace cuatro años dio su confianza a Nicolas Sarkozy.
Abogada de 42 años, madre de tres hijos, dos veces divorciada, Marine da otra imagen y se ha mostrado capaz de seducir a una parte del electorado que hace cuatro años dio su confianza a Nicolas Sarkozy.
Tercera fuerza política
Según una encuesta de Le Monde, el 32% de los simpatizantes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) se declaran de acuerdo con sus ideas. Un sondeo de CSA le da hasta un 20% de expectativa de voto y un tercer puesto en la primera vuelta de las presidenciales del 2012, sea quien sea el candidato socialista. Para llegar hasta aquí, Marine Le Pen ha abonado el terreno para abrirse a las clases populares, sensibles a los problemas de inseguridad e inmigración pero reacias a dar el voto al fascista de su padre. Se ha empeñado en «evitar alimentar las sospechas» que pesan sobre el Frente Nacional y por eso su discurso contiene importantes matices: tolerante en materia de aborto y homosexualidad, se lanza a la defensa del laicismo y a la lucha contra la islamización de Francia.
Le Monde
A pesar del cambio de estilo, Marine coincide con su padre en los fundamentos. Ya tiene un proceso pendiente por incitación al odio racial por su comparación de las plegarias de los musulmanes en la vía pública con la ocupación durante la Segunda Guerra Mundial. Jean-Marie consiguió 25 condenas por racismo además de agresiones, amenazas de muerte, apología de crímenes de guerra, injurias y difamación. Los franceses no olvidan que redujo las cámaras de gas a «un detalle» de la historia. Su hija intenta quitar la etiqueta de maldito al partido que su padre fundó en 1972 con un puñado de antiguos colaboradores de los nazis y militares derrotados en las colonias y que se mantuvo fuera de las instituciones hasta su irrupción en los ayuntamientos en 1983. La «divina sorpresa» del 2002, cuando se coló en la segunda vuelta de las presidenciales, le permitió rozar el poder supremo, pero también convirtió a Jacques Chirac en el presidente más votado de la V República. Sarkozy tiene de qué preocuparse. Marine está decidida a cumplir con uno de sus principales objetivos: vaciar la UMP de su sustancia electoral.
Su hija intenta quitar la etiqueta de maldito al partido que su padre fundó en 1972 con un puñado de antiguos colaboradores de los nazis y militares derrotados en las colonias y que se mantuvo fuera de las instituciones hasta su irrupción en los ayuntamientos en 1983. La «divina sorpresa» del 2002, cuando se coló en la segunda vuelta de las presidenciales, le permitió rozar el poder supremo, pero también convirtió a Jacques Chirac en el presidente más votado de la V República. Sarkozy tiene de qué preocuparse. Marine está decidida a cumplir con uno de sus principales objetivos: vaciar la UMP de su sustancia electoral.
Sarkozy tiene de qué preocuparse. Marine está decidida a cumplir con uno de sus principales objetivos: vaciar la UMP de su sustancia electoral.