El líder de la Liga Norte pone en entredicho el liderazgo de Berlusconi

Desde Pontida, la localidad del norte de Italia en la que cada año la Liga Norte se reúne, su líder, Umberto Bossi, puso ayer en entredicho el liderazgo de Silvio Berlusconi si no lleva a cabo la reforma fiscal prometida y de cara a unas próximas elecciones. Además, dejó en el aire que su formación vaya a mantener su alianza electoral con el primer ministro de Italia.

Durante un discurso ante unos 80.000 seguidores, que fue interrumpido varias veces con gritos de «secesión», Bossi mandó también un aviso al ministro de Economía, Giulio Tremonti, reacio a la reforma y al que exige que encuentre dinero para compensar la bajada de impuestos. Por el momento aseguró que el apoyo al Ejecutivo continúa, pero las cosas podrían cambiar en los próximos meses si el presidente del Gobierno no da respuestas a las peticiones de la Liga. Bossi excluyó las elecciones a corto plazo, ya que «este sería un momento favorable a la izquierda», pero sobre el futuro liderazgo de Berlusconi precisó que «está en discusión», añadiendo: «Nadie ha dicho que iremos con él».

El discurso de Bossi, que es ministro para las Reformas del Federalismo, había suscitado mucha expectación tras los últimos fracasos electorales en las municipales. Sus otras peticiones se centraron en la guerra contra Libia, a la que se opone, ya que la considera la causa de la llegada masiva de inmigrantes irregulares, así como el traslado de varios ministerios de Roma al norte, entre ellos el suyo. Sobre esto afirmó que «Berlusconi ya había firmado el documento y después se ha cagado encima».

En el acto también intervino el ministro del Interior, Roberto Maroni, que criticó a los magistrados por estar «a favor de los clandestinos».